Es necesario crear un entorno que fomente la inversión en la naturaleza. Reconociendo la importancia que representa la pérdida de la biodiversidad para el sistema financiero, del 30 de noviembre al 02 de diciembre, el Banco de México y el Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (CEMLA), organizaron la conferencia “Biodiversity and environmental challenges for the financial system”.
Durante estos días de conferencias, mucho se resaltó sobre la dependencia del sector financiero con el capital natural. Durante el 5º panel “Success cases and opportunities in financing land use, sustainable agriculture and reforestation” Patricia Moles, especialista en Finanzas Verdes del Banco de México fugió como moderadora.
Andrew Mitchel, fundador y director de Global Canopy, mencionó que hay una falta de interés en la agricultura por parte de las áreas de financiamiento, sin embargo, recalcó que sin ella se generarían grandes problemas económicos. En cuanto al financiamiento para este sector, afirmó que “para cambiar de un escenario climático negativo a uno positivo, es necesaria la inversión del sector privado”.
En este sentido, Paulina Campos, directora del Programa de Biodiversidad de la GIZ México, mencionó que a pesar de que en ciertas regiones de México “hay un alto potencial de inversión para reducir el estrés hídrico, el principal reto es que los agricultores no tienen acceso a crédito o no conocen el procedimiento para obtenerlos” en consecuencia, mencionó que, desde el programa de biodiversidad, se está trabajando para apoyar a los agricultores a tener acceso a créditos para sistemas de riego. Finalizó asegurando que este tipo de iniciativas, con el sector financiero, tienen un alto impacto positivos cuando las empresas tienen un plan a largo plazo en una región determinada y entienden que el problema es sistémico y se pueden volver una pieza importante en la región para contribuir con la sustentabilidad.
Para finalizar, es indispensable que se empiecen a trabajar en taxonomías claras para inversiones de biodiversidad, de esta forma, se podrá dar certeza a empresas e inversores sobre lo que se está financiando. Para esto, el Taskforce on Naute-related Financial Disclosures (TNFD) proporciona un marco de evaluación de impactos en la naturaleza.
Todos los foros realizados en esta conferencia se encuentran grabados en el canal de YouTube de Banxico.
Durante la COP26 en Glasgow, un tema clave fue el financiamiento para una transición climática hacia la meta de frenar el calentamiento global a los 1.5ºC. En este sentido, la necesidad de tomar acciones y medidas para cumplir con este objetivo se vuelve una emergencia. Es así, que reconociendo esta importancia, la división de estudios de posgrado de la facultad de economía de la UNAM, abrió un diálogo en el conversatorio “Política Climática en México: actualidad y prospectiva”, en donde Gabriela Niño, asesora de Mitigación y Financiamiento de la Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit (GIZ) GmbH fungió como moderadora en la mesa sobre “Financiamiento Climático y Prospectiva de la Política Climática”.
En este espacio de diálogo, se hizo énfasis, en que México cuenta con políticas climáticas, pero aún queda un largo camino para alcanzar la meta, como mencionó el Mtro. Carlos López “el no hacer nada es el peor de los escenarios”, dijo que “el sistema financiero actual ha sido participe del problema ambiental, por lo que es necesario empezar a hacer análisis financieros a largo plazo”. Tras esta declaración, Basurto complementó asegurando que “en términos monetarios, el costo de la inacción es mucho más alto a que empecemos a tomar medidas de mitigación al cambio climático”.
El sector privado en la lucha contra el cambio climático
El cambio climático no es un problema repentino ni una competencia en términos de decisiones exclusivamente de los gobiernos. Para la Mtra. Karina Caballero “las acciones de mitigación y adaptación al cambio climático son responsabilidades compartidas entre el sector público y privado”. Sin embargo, para el Dr. Pedro Álvarez, “la mejor forma de resguardar los recursos naturales es dándoles un valor”. Por eso, mencionó que los emprendimientos socioambientales son iniciativas excelentes para cumplir medidas de adaptación y mitigación al cambio climático. Por lo que señaló, que el financiamiento climático debería prestar mayor interés en este tipo de actividades.
Si bien, los 4 panelistas coincidieron en que la perspectiva de la política climática en México se ve en un escenario pesimista, también coinciden en que la colaboración internacional es necesaria para lograr los objetivos. Y que es fundamental empezar a hacer investigación distinta, una que involucre necesidades locales. De la misma manera, comentaron que es indispensable brindar apoyo en ejercicios multidisciplinarios para crear taxonomías, métricas y verificaciones para evitar el greenwashing dentro del sector financiero.
Para combatir los efectos del cambio climático, gobiernos municipales y estatales, organizaciones civiles y personal de la academia siguen tres ejes: la recuperación verde tras la pandemia del COVID-19, la importancia de las acciones locales y el uso de herramientas tecnológicas para la protección al medio ambiente.
La recuperación verde en las ciudades
La situación actual del planeta y de México lleva a la necesidad de hacer cambios en cómo hacemos las cosas, por ejemplo, en el contexto de la emergencia sanitaria del COVID-19, donde el distanciamiento social provocó pérdida de empleos y cambios en la forma en cómo funcionan las ciudades. Es necesario detectar riesgos y prever las acciones a desarrollar considerándolas como áreas de oportunidad, por ejemplo, generar empleos con enfoque más sustentable, de protección al ambiente y aprovechar la confluencia de marcos legales existentes, buenas voluntades políticas y socialización de ideas.
El programa de impulso a emprendedores y pequeños empresarios, es el ejemplo de una herramienta para lograr la recuperación verde en ciudades, con dos casos de emprendimientos locales, uno en Hermosillo (Sonora) y otro en San Nicolás de los Garza (Nuevo León). Otros de los ejemplos, son la visión nacional de cómo se construye un modelo de la movilidad sostenible desde lo local para lograr calles compartidas y el almacenamiento de residuos orgánicos mediante valorización energética en Naucalpan de Juárez (Estado de México).
Acción climática local y vínculos con la sociedad civil y la academia
Los gobiernos locales tienen un papel esencial en el desarrollo de sus políticas públicas y en la implementación de proyectos, para lo cual es necesario crear un vínculo con las organizaciones de la sociedad civil y la academia para generar las capacidades técnicas necesarias en el territorio y lograr que la implementación de proyectos trascienda administraciones.
Actualmente, municipios y estados mexicanos actúan para disminuir los gases de efecto invernadero y aumentar la resiliencia a través de proyectos como el de saneamiento sostenible de aguas residuales en Guanajuato, detectando las oportunidades y cobeneficios. Otros ejemplos de las acciones locales, son el Presupuestos de Carbono y Rutas de Descarbonización en Yucatán y Jalisco, así como las acciones de Transición Energética frente al Cambio en Quintana Roo y Puebla.
Ciudad digital y la protección al medio ambiente
Hoy en día, las tecnologías digitales están tomado relevancia en temas ambientales, como el desarrollo de aplicaciones móviles y cursos virtuales que ayudan a sensibilizar a la comunidad, llegar a un público más amplio e impulsar la apropiación del tema de la protección al medio ambiente.
Entre los ejemplos del uso de recursos digitales para la sensibilización de los usuarios y el fortalecimiento de capacidades son los casos de la aplicación móvil para el arbolado urbano Árbol MID, en Yucatán, la aplicación móvil para mapear las rutas de transporte público MOVIDATA, y la aplicación RAECO que promueve un consumo sustentable de aparatos electrónicos. Además, existen cursos virtuales de financiamiento climático de aplicación nacional basado en el ejercicio de SEMARNAT.
Experiencias alemanas
Estos tres ejes temáticos formaron parte de la segunda edición de los Grupos de Acción de Cambio Climático (GACC), que se realizaron de manera virtual del 1 al 3 de septiembre de 2021 y donde además se compartieron experiencias alemanas del combate al cambio climático desde las ciudades.
Gesa Homann, responsable de la política de Medio Ambiente y Acción Climática del Senado de Berlín, explicó que cuentan con el Programa de Protección de Energía y Clima de Berlín 2030 (BEK 2030), el cual tiene el objetivo de convertir la ciudad en carbono neutral para el año 2050, esto significa que la cantidad de emisiones de CO2 que van a la atmósfera es la misma cantidad de emisiones que se mitiga por distintas vías, lo que también se conoce como huella de carbono cero. Esto implica limitar el calentamiento global a 1.5°C.
En tanto, Agnes Schönfelder, portavoz de la Oficina Local del Pacto Verde de la ciudad de Mannheim y jefe de la Oficina de Estrategia Climática, explicó que esta ciudad es una de las ciudades piloto en Alemania que trabaja de manera cercana con la ciudadanía para llevar a la ciudad a Cero Emisiones en el 2030, lo que significa que no se agregan nuevas emisiones a la atmósfera por las actividades humanas.
Intercambio de experiencias y buenas prácticas
Las sesiones colaborativas fueron la base de los Grupos de Acción de Cambio Climático, en las que los municipios y estados compartieron sus experiencias y buenas prácticas para el combate al cambio climático al resto del país. Además, se destacó la importancia de las alianzas entre instituciones para apoyar los proyectos y acciones que los municipios y gobiernos estatales desarrollan e implementan en sus territorios, así como fomentar espacios de intercambio que se convierten en una fuente de aprendizaje.
Los proyectos presentados en el evento han sido implementados a través de los programas de la Cooperación Alemana al Desarrollo Sustentable (GIZ) en México, la Comunidad Climática de México (CCM), la Asociación Mexicana de Institutos de Planeación (AMIMP) e ICLEI-Gobiernos Locales por la Sustentabilidad en el contexto de la lucha contra el cambio climático.
Para entrar en detalle de las sesiones, ponemos a disposición la memoria de esta edición de los GACC con el acervo de las principales lecciones aprendidas de cada buena práctica, para que estén al alcance de las nuevas administraciones de gobiernos municipales y estatales, así como de la academia y las organizaciones de la sociedad civil en México.
Los casos de éxito presentados en este documento abordan el cambio climático desde la planeación urbana y movilidad sustentable, así como la integración y valoración de los servicios ecosistémicos en la planeación urbana. A continuación, se presentan algunos de los casos de éxito impulsados desde GIZ a través del proyecto CiClim.
Para que las generaciones futuras tengan acceso al agua y aire de mayor calidad y tener una vida digna, se logró integrar el valor económico y social de los servicios ecosistémicos en la planeación de las ciudades. Esto ha servido para que ciudades como León y Morelia fomenten y regulen la protección de las áreas naturales y su biodiversidad en las periferias dentro de sus instrumentos de planeación urbana.
En cuanto a priorizar acciones para la movilidad no motorizada, en Hermosillo, se implementó la estrategia Visión Cero en conjunto con los colectivos ciclistas y en estrecha coordinación con el municipio para incrementar la seguridad vial y fomentar la movilidad peatonal y ciclista que contribuye a la reducción de emisiones GEI.
El sector privado incorporó elementos de infraestructura verde en una de las sucursales de la cafetería CAFFENIO en Hermosillo, las cuales incluyen: muro verde, jardín infiltrante y un árbol al interior. Entre los principales beneficios se encuentran un ahorro del 57% de agua y un ahorro de 40% de energía. Este proyecto demostrativo se pudo llevar a cabo gracias a la coordinación entre el sector privado y el público, y se espera que sea replicado en otras sucursales.
Con este documento, se invita a las ciudades a conocer los casos de éxito, sus respectivos actores y lecciones aprendidas para estimular el potencial que ya existe para diseñar ciudades resilientes, inclusivas y saludables.
Los vínculos y alianzas entre los sectores que conforman el ecosistema de innovación permiten tender puentes para fomentar el diálogo por objetivos en común, como el fortalecimiento de las capacidades locales a través de la innovación tecnológica de la energía sustentable y nuevos modelos de cooperación. De esta manera, HUBIQ, —el Hub de Innovación Tecnológica en materia de energía sustentable en el estado de Querétaro—ha permitido la creación y apoyo de estos vínculos entre diferentes actores como empresas, gobierno, academia, MiPyMES, start-ups y personas emprendedoras, para impulsar la transición energética en el estado y con esto apoyar las metas climáticas de México. El HUBIQ fue impulsado por la Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit (GIZ) GmbH (Cooperación Alemana al Desarrollo Sustentable) a través del proyecto Convergencia de la Política Energética y de Cambio Climático (CONECC) y la Secretaría de Desarrollo Sustentable de Querétaro (SEDESU).
Recientemente, el HUBIQ se constituyó jurídicamente como una Asociación Civil (A.C.) lo que representa un hito para el proyecto, ya que le permitirá consolidarse como actor dentro del ecosistema de innovación local y regional. La firma del acta contó con la participación de representantes del HUBIQ, del proyecto CONECC y del Clúster Energético de Querétaro, y la empresa LiCore A.C., socios fundadores y aliados clave en el proceso de conformación del Hub. Entre otros miembros destacados del Consejo Consultivo del Hub se encuentran Rosalba Cobos del Centro Tecnológico de Mabe en Querétaro y el Dr. Yunny Meas Vong miembro del Centro de Investigación y Desarrollo Tecnológico en Electroquímica (CIDETEQ).
Este es un logro importante para el proyecto pues lo posiciona como una plataforma para la vinculación entre actores locales de innovación. También logra la colaboración para la acción climática y el impulso de tecnologías y modelos de negocio de energía sustentable en el estado.
Derivado de esto, HUBIQ se encuentra en un proceso de planeación estratégica para definir sus siguientes pasos y actividades dentro del ecosistema de innovación. Estos incluyen el fomento de alianzas con otros ecosistemas de innovación; la continuación del Programa de Aceleración Tecnológica para MiPYMES y start-ups y la publicación de un manual para la implementación de Hubs de innovación tecnológica en materia de energía renovable y eficiencia energética. Esto con el objetivo de dar a conocer los pasos y actividades a tomar en cuenta así como lecciones aprendidas y para apoyar en la replicabilidad de esta experiencia innovadora en el país.
Próximamente el HUBIQ participará en un conversatorio del proyecto CONECC sobre innovación tecnológica y ecosistemas de innovación para la acción climática y la transición energética sustentable e incluyente a nivel nacional, subnacional y regional; alineado a una recuperación socioeconómica sostenible post-pandemia.
En el marco del foro de alto nivel “Retos legislativos de Quintana Roo“, celebrado de manera presencial y virtual en el vestíbulo del Congreso del Estado, la Comisión de Medio Ambiente y Cambio Climático de la XVI Legislatura, dio a conocer tres iniciativas en materia de cambio climático, justicia ambiental, cuidado y gestión del agua y turismo sustentable.
El proceso se llevó a cabo gracias a la cooperación entre el Congreso de Quintana Roo y el proyecto ADAPTUR, el cual consistió en: una capacitación dirigida a equipos legislativos sobre retos ambientales; conversatorios virtuales entre diputados presidentes de diversas comisiones, expertos técnicos como Gonzálo Merediz de Amigos de Sian Ka´an A.C. y Rosaura Cuevas de la GIZ , asimismo autoridades federales como Nancy Hernández, de la Dirección de Ordenamiento Turístico Sustentable de la SECTUR y Marco Heredia de la Dirección General de Políticas al Cambio Climático de la SEMARNAT. Finalmente, como clausura de los trabajos, se realizó el pasado 21 de abril, en vísperas del Día de la Tierra, el mencionado foro de alto nivel.
Las tres iniciativas presentadas por la diputada presidente de la Comisión de Medio Ambiente y Cambio Climático refieren a:
Reformar la Ley de Turismo de Quintana Roo para otorgar la facultad al ejecutivo estatal de crear las Zonas Estatales de Desarrollo Turístico Sustentable.
Crear nueva Ley Estatal de Responsabilidad Ambiental, la cual tendrá por objeto establecer y regular la responsabilidad ambiental que se origina de los daños ocasionados al ambiente, así como la reparación y compensación de dichos daños.
Estas propuestas representan un hito importante para el Estado de Quintana Roo, pues pone de manifiesto que la salud de los ecosistemas es pieza fundamental para el desarrollo de la población y de los sectores productivos.
El proyecto ADAPTUR es financiado por el Ministerio Federal de Medio Ambiente, Protección de la Naturaleza y Seguridad Nuclear de Alemania (BMU) y forma parte de la Iniciativa Internacional de Cambio Climático (IKI). Es liderado por SECTUR con el apoyo técnico de la SEMARNAT, CONANP, INECC y la GIZ en México.
Suena imposible, pero es una realidad para muchos brigadistas forestales de México, quienes día a día exponen su vida por el amor de mantener vivos los bosques. A través de nuestro proyecto CuencasVerdes de Pronatura México lanzamos esta campaña con el desafío de equipar con herramientas y equipo de protección a los combatientes de 3 localidades donde implementamos el proyecto: Atlautla de Victoria, Santa Isabel Chalma y Sierra de Guadalupe.
¡TUVIMOS UNA EXCELENTE RECEPCIÓN!
El año pasado recaudamos más de $180,000 pesos gracias a la participación de empresas extrajeras y a la sociedad civil; el 3 de diciembre de 2020 cumplimos nuestra palabra al entregar las herramientas para que se iniciaran las actividades de prevención de incendios en dichas localidades.
Nuestro desafío de este año es superar los $200,000 pesos y solo con tu apoyo podremos llegar a la meta.
HOY ES TU OPORTUNIDAD DE CONVERTIRTE EN UN HÉROE BRIGADISTA
Y ser parte de este grupo selecto de personas e instituciones que realizan acciones en beneficio de los ecosistemas, consientes de que su bienestar y la de los suyos depende de ellos.
CONOCE AQUÍ A LAS BRIGADAS BENEFICIADAS Y LOS DIFERENTES MEDIOS PARA REALIZAR TU DONATIVO
Imágenes de inundaciones, playas llenas de sargazo, paisajes secos e infraestructura turística destruida por el paso del último huracán, señalan una y otra vez, la vulnerabilidad del negocio turístico. Aunque es cierto que se tiene que atender lo urgente, al mismo tiempo es prioritario preparar el negocio hacia un futuro con un clima más extremo e incierto.
La Guía es la primera en su tipo en México y ofrece recomendaciones innovadoras para que las empresas integren el enfoque de cambio climático y adaptación durante el proceso de planeación de proyectos de inversión turística inmobiliaria.
Entre las recomendaciones, se enfatizan las soluciones verdes, que otorgan beneficios sociales, ambientales y económicos a largo plazo, no solo a los negocios, sino también al destino turístico y a sus habitantes.
Tal como lo mencionó el Dr. Rafael del Villar, asesor de la gobernatura del Banco de México durante el evento: “Esta guía va a ayudar a hacer más competitivo al sector turismo en el país, y lo va a hacer reduciendo el costo de inversión a través de acciones de mitigación y reducción de riesgos; pero también al facilitar que estas inversiones sean acordes con la demanda creciente de un turismo amigable con el medio ambiente“.
La presentación se llevó a cabo en el marco del proyecto ADAPTUR, el pasado 13 de noviembre de 2020, con la participación de alrededor de cien personas con alto nivel de influencia, entre ellos directivos de 40 empresas inversionistas, desarrolladoras y consultoras líderes en el sector; así como del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (FONATUR), la Dirección Residente de la GIZ en México, la Dirección General de Políticas al Cambio Climático de la SEMARNAT, la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático, el Banco de México y, representantes de los gobiernos estatales y municipales de Guanajuato, Nayarit, Jalisco y Quintana Roo, entre otros.
Estos reportes, ofrecen por primera vez, cifras económicas de lo que significaría perder el capital natural (playas, arrecifes, selvas, bosques, etc.) y sus servicios que proveen (agua, protección, belleza escénica, etc.) para los negocios turísticos de San Miguel de Allende, Riviera Nayarit-Jalisco y Riviera Maya.
Asimismo, estima las pérdidas anuales asociadas al impacto directo del cambio climático en los inmuebles (hoteles) e infraestructura de apoyo (carreteras, hospitales, aeropuertos, etc).
Tan solo por citar un ejemplo, si San Miguel de Allende no realiza acciones de adaptación, se estima que para el 2030 podría enfrentar un riesgo económico anual entre $10.28 – $17.11 millones de dólares (MDD), considerando que la escasez de agua y las inundaciones son los riesgos más altos para la operación de los negocios.
Entre las recomendaciones para los destinos, se propone diseñar e implementar una política para el manejo integral del agua, la restauración de arrecifes, pastos marinos y playas, bosques, crear alianzas de cooperación entre el sector público y privado para impulsar la adaptación al cambio climático.
Adicionalmente, se diseñó la plataforma digital Sistema de Información de Riesgo Económico (SIRE-ADAPTUR), el cual presenta los resultados de los reportes, la herramienta interactiva para evaluar el costo de producción de agua, y un acervo extenso de mapas geográficos y climáticos (ubicación de inmuebles, mapa de riesgos, escenarios de cambio climático, distribución de activos naturales, entre otros), con el objetivo de apoyar en la toma de decisiones para un desarrollo turístico resiliente.
Los reportes se publicaron en octubre de 2020 y fueron realizados por las empresas consultoras E-blocks S.A. de C.V. y ERN Evaluación de Riesgos Naturales, en colaboración con 60 empresas hoteleras, autoridades locales de medio ambiente y turismo, expertos académicos, sociedad civil y miembros del proyecto ADAPTUR.
Para su descarga, se encuentran disponibles en la siguiente liga: SIRE (eblocks.mx)
La Taxonomía es un marco de referencia (con criterios e indicadores) que permite clasificar, organizar y evaluar diversas subramas y actividades económicas de acuerdo con su contribución con los objetivos en materia de cambio climático y/o sustentabilidad del país. Es decir, una clasificación de qué es verde y qué no. El Marco de Reporteo es el mecanismo que acompaña a la taxonomía para incluir los elementos de sustentabilidad en la operación de un banco y, con ello, monitorear flujos de inversión y reportar resultados.
La Alianza Mexicana Alemana de Cambio Climático de la Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit (GIZ) GmbH (Cooperación Alemana al Desarrollo Sustentable) y la Asociación de Bancos de México (ABM) han impulsado el desarrollo de una metodología para la taxonomía de finanzas verdes y un marco de reporteo para la banca mexicana a través del proyecto “Diseño y pilotaje de un marco de reporteo para financiamiento verde en la banca comercial en México”.
El inicio del proyecto consistió en considerar las experiencias existentes. Por un lado, las internacionales, para entender las mejores prácticas; y por otro lado, las nacionales, para asimilar las necesidades y capacidades locales. Al referirnos a las principales iniciativas internacionales, como son las taxonomías de China, la Unión Europea, y Climate Bonds Initiative, también se buscó entender su metodología para armonizar el desarrollo de este proyecto, con miras a poder ser parte de un sistema de taxonomías mundiales que le den certidumbre al inversionista.
En el año 2012, China fue el pionero en el desarrollo de un sistema financiero verde al estandarizar una serie de políticas, arreglos institucionales y regulaciones para dirigir los fondos privados hacia la industria verde. Los entes reguladores del país diseñaron dos taxonomías: créditos (2013) y bonos verdes (2015). Ambas taxonomías son de aplicación obligatoria, tienen el objetivo de construir un sistema financiero verde integral y orientan la asignación de recursos principalmente a proyectos de reducción de emisiones, prevención de la contaminación y ahorro de energía.
En 2018, a partir de la publicación del Plan de Acción sobre Finanzas Sostenibles de la Unión Europea, se elaboró el informe técnico de la Taxonomía de Finanzas Sostenibles, publicándose en marzo de 2020.
Consiste en un marco metodológico a partir del cual se obtienen unos Criterios de Evaluación Técnica que definen el nivel en el que los sectores y actividades económicas tienen sustentabilidad ambiental. Estos criterios fueron elaborados para más de 70 actividades que contribuyen al cumplimiento de los objetivos de mitigación y adaptación al cambio climático. La Unión Europea tiene seis objetivos ambientales que deben cumplirse y los proyectos que sean financiados, para obtener la etiqueta de “verde”, deben procurar no hacer “daño significativo” a ninguno de ellos durante su ciclo de vida.
Esta taxonomía fue diseñada para ser utilizada tanto por los Estados miembro de la Unión Europea como por los participantes del mercado financiero que ofrecen productos etiquetados como “financiamientos o inversiones sostenibles”, en este sentido es de utilidad para diversos instrumentos financieros. Por su complejidad, alcance, legitimidad ante los reguladores financieros, transparencia y alineamiento con la ciencia, se considera como el punto de referencia mundial.
Su taxonomía tiene por objetivo orientar a los emisores e inversores de bonos verdes y climáticos; desarrollada desde 2013 y actualizada regularmente basándose en la ciencia, el surgimiento de nuevas tecnologías y en los estándares de CBI. Es un referente para gobiernos y reguladores interesados en garantizar la integridad verde de los nuevos productos financieros.
Experiencias mexicanas
El sistema financiero mexicano aún no cuenta con una taxonomía de financiamiento verde; sin embargo, existen diversas iniciativas para un marco de desarrollo de las finanzas verdes que posicionan al país a la vanguardia en América Latina en la materia.
Protocolo de Sustentabilidad de la Banca (2016). Impulsado por la ABM con el objetivo de participar en la transición de la economía mexicana hacia una economía competitiva de bajas emisiones de carbono. Actualmente tiene 26 instituciones adherentes.
Consejo Consultivo de Finanzas Verdes (2016). Foro de intercambio de experiencias y de generación de propuestas del sistema financiero para avanzar la agenda de finanzas verdes.
Primera propuesta de un marco de reporteo de financiamiento climático para la banca comercial (Proyecto interno ABM-GIZ, 2017). Proyecto germinal del actual sobre un marco de medición, reporteo y verificación de los flujos financieros climáticos en la banca comercial.
Metodología para la evaluación del impacto en Adaptación y Mitigación del Cambio Climático (SHCP-SEMARNAT, 2019). Su objetivo es orientar el análisis del financiamiento público, integrando criterios, definiciones e indicadores que permitan vincular e identificar la aportación del Gobierno Federal al cumplimiento de los compromisos y objetivos de México en materia de Cambio Climático.
Metodología de FIRA para el Primer Bono Verde en Agricultura (2019). Metodología para certificar el primer bono verde mexicano en agricultura e identificar inversiones verdes que faciliten la transformación de la producción de ciertos cultivos de producción en campo abierto hacia una bajo el sistema de la agricultura protegida.
Financiamiento y certificación de infraestructura ambiental a través del Banco de Desarrollo de América del Norte (BDAN). Más de 250 proyectos de infraestructura ambiental certificados y financiados en la región fronteriza México – Estados Unidos.
Mejores prácticas bancarias
Adicionalmente, se identificó que cinco bancos comerciales con operaciones en México −representando el 69% de los activos totales de la banca− cuentan con una estrategia de sustentabilidad; cuatro de ellos contemplan una meta financiamiento verde y su metodología de identificación. Sectores de interés: energías limpias, eficiencia energética, edificios verdes, transporte limpio o sostenible y tecnología limpia.
Conclusiones
La revisión del contexto para el desarrollo de las finanzas verdes, así como las mejores prácticas nacionales e internacionales en su reporteo han permitido entender que un sistema taxonómico mexicano requiere de tres elementos:
Armonización con las mejores prácticas internacionales: la certidumbre para los inversionistas en búsqueda de oportunidades en activos verdes, debe ser apoyada por la comparabilidad de los sistemas taxonómicos. No requieren ser iguales, pero si armonizados con metodologías comparables.
Atender la realidad de la economía y los ecosistemas mexicanos, así como las capacidades concretas de las instituciones financieras. Al adecuarse a realidades diferentes, las taxonomías podrán tener un enfoque y desarrollo diferente, pero manteniendo su comparabilidad. Para ello, la transparencia en el proceso de generación de los Criterios de Evaluación Técnica es fundamental.
Enmarcar el sistema taxonómico de finanzas verdes dentro de las iniciativas ya existentes. Este sistema debe aprovechar las iniciativas que cuentan con credibilidad, legitimidad y dinamismo. No crear estructuras paralelas que son ineficientes e innecesarias. Este punto se refiere no sólo a los mercados financieros, sino a la economía en su conjunto.
Para el 2030, tanto la población como los turistas aumentarán en San Miguel de Allende (Guanajuato), por lo cual se estima que incrementará al menos un 25% los costos de provisión de agua con respecto a la actualidad.
Sin embargo, la pregunta es ¿habrá suficiente agua potable para satisfacer las necesidades básicas? Según los estudios de Conagua, actualmente los acuíferos que proveen agua a esta ciudad patrimonio de la humanidad se encuentran sobreexplotados. En un futuro cercano, los escenarios de cambio climático estiman una disminución de lluvias en gran parte del año, lo cual podría afectar hasta un 14% de la recarga del acuífero.
Esto señala que, en un escenario tendencial, llegará un Día Cero como sucedió en Cape Town (Sudáfrica). En ese momento, la recarga del acuífero será menor de lo que se extrae y no habrá agua suficiente para la población, por que se deberá actuar de manera extrema.
Para evitarlo, el gobierno municipal de San Miguel de Allende ha puesto en marcha el Programa de Atención al Cambio Climático desde el mes pasado, arrancando en los ejidos Doña Juana y San Agustín Gonzalez,. Ellos han sido los primeros en iniciar la restauración de bosques y suelos en 83 hectáreas de semidesierto, mediante la reforestación de 19 mil plantas nativas y la formación de represas hechas a mano con piedras y mallas.
Asimismo, los ejidatarios de El Salitre y Los Torres han comenzado los preparativos para la rehabilitación de suelos en 550 hectáreas, como parte del convenio de Pago por Servicios Ambientales firmado entre el gobierno municipal, los ejidos beneficiarios y la Comisión Nacional Forestal (Conafor).
El objetivo de estas medidas de adaptación basadas en ecosistemas es reducir el riesgo de escasez de agua y erosión de suelos en el municipio y, de manera inmediata, generar empleos temporales para los pobladores sanmiguelenses, ante la crisis provocada por la COVID-19.
El programa es encabezado por el gobierno municipal de San Miguel de Allende con financiamiento y cooperación de diversos actores, entre ellos un desarrollador del sector inmobiliario-turístico, representantes ejidales de San Agustín Gonzalez, Doña Juana, Los Torres y El Salitre, la Conafor, y la asesoría técnica de la Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit (GIZ) GmbH (Cooperación Alemana al Desarrollo Sustentable), así como de las organizaciones de la sociedad civil Salvemos al río Laja, GAIA, Cuerpos de Conservación de Guanajuato y, Vía Orgánica.
En la actual crisis sanitaria que atravesamos, el tema ambiental cobra importancia y merece ubicarse en el centro de la discusión sobre salud pública. De hecho, diversos institutos de investigación en Ciencias Naturales apuntan a que esta crisis tuvo su origen en la interrupción del delicado equilibrio ambiental. Factores como la destrucción del hábitat, la captura, el tráfico y el consumo de fauna silvestre han representado condiciones propicias para que el virus SAR-CoV-2 se volviera contagioso para los humanos. Motivo por el que hoy, más que nunca, es crucial la protección de los recursos naturales y el medio ambiente.
Por esto, es importante preguntarnos: ¿qué va a ocurrir después de la pandemia?, ¿cuál será nuestro rol en este regreso a una “nueva normalidad” ?, ¿cuáles son las alternativas que tenemos?, ¿cómo identificar estas medidas o soluciones? ¿qué actores se deben sumar?, ¿qué estrategias de comunicación a nivel territorial se deben promover?
Debemos tomar consciencia que la causa principal de la propagación de esta enfermedad es la mala relación que los seres humanos hemos tenido con el medio ambiente. Por ello, es necesaria una nueva relación, más armónica, entre sociedad y naturaleza y ésta será la única vía que nos va a llevar a evitar situaciones semejantes. No solo los problemas sanitarios asociados, como la irrupción de nuevas epidemias y su escalamiento hacia pandemias, sino otros fenómenos que se han documentado con evidencia científica como la pérdida de la biodiversidad, el cambio climático, la pérdida del agua, la reducción de la cobertura vegetal y la erosión de los suelos, nos pueden llevar a situaciones críticas para la humanidad.
Una de las causas de mayor relevancia es el cambio en el uso del suelo, explicado por el aumento de las actividades extractivas y productivas, la deforestación y la expansión de las áreas urbanas. Otro factor relevante es el aumento en la proporción de fauna domesticada (por ejemplo, ganado vacuno, bovino, porcino y aves de corral) en los siglos recientes como alimento para consumo humano en comparación con el detrimento en la proporción de fauna silvestre. En consecuencia, esta combinación de elementos ha hecho que se expanda el universo de patógenos asociados a la fauna domesticada, específicamente virus, bacterias, hongos, parásitos, priones o proteínas mal plegadas. Por si mismos, estos patógenos cumplen una función y los ecosistemas, tanto terrestres como marinos, dependen de su actividad. Por ejemplo, las plantas y animales liberan residuos al suelo (carbono, nitrógeno y sulfato, entre otros) que, al degradarse, son utilizados por las bacterias como alimentos. Por esto es importante que las actividades antropogénicas y los distintos sectores que intervienen en el territorio tomen consciencia de esto y se haga de forma responsable asegurando el mantenimiento del equilibrio natural.
Por estas razones, las Contribuciones Determinadas a nivel Nacional (NDC) presentadas en 2015 por el Gobierno de México, y ahora en 2020 sometidas a un proceso de revisión y actualización, deberán identificar acciones concretas, oportunidades y necesidades tomando en consideración el valor de los recursos naturales, los ecosistemas y sus servicios a la salud humana y planetaria que faciliten los medios para su implementación a diferentes escalas en el territorio.