En México, la agenda de financiamiento sostenible ha cobrado fuerza en años recientes, integrando compromisos ambientales y financieros cada vez más ambiciosos. En 2022, el país ratificó el Marco Global de Biodiversidad de Kunming-Montreal, con la meta de conservar el 30 % de su territorio para 2030¹. Para movilizar recursos hacia ese objetivo, el Programa BIOFIN del PNUD y la Secretaría de Medio Ambiente diseñaron un Plan Nacional de Financiamiento para la Biodiversidad, que propone instrumentos innovadores como bonos verdes temáticos, seguros paramétricos y líneas de crédito adaptadas a la conservación productiva¹. 

En el plano financiero, México ha dado pasos concretos: en 2023 publicó su Taxonomía Sostenible, que reconoce la agricultura sostenible y el café agroforestal como actividades verdes elegibles para inversión². Desde 2020, la Estrategia Nacional de Finanzas Sostenibles y los nuevos lineamientos de la CNBV han impulsado al sistema financiero a incorporar criterios ASG (ambientales, sociales y de gobernanza) ³. Gracias a este entorno normativo, el país ha emitido bonos pioneros, como el bono soberano ODS (2020) por 890 millones USD. Sin embargo, la canalización efectiva de recursos hacia actividades sostenibles sigue siendo un desafío: por cada peso de ingreso fiscal verde recaudado, México obtiene 59 pesos de actividades contaminantes⁴. 

En Chiapas, estado de alta biodiversidad y fuerte vocación cafetalera, se han implementado políticas que sientan las bases para vincular biodiversidad con acceso financiero. Desde 2017, la Ley de Desarrollo Rural Sustentable reconoce al café como cultivo eje de la agroecología y propone fondos específicos para su fortalecimiento. El Plan Estatal de Desarrollo 2019–2024 contempla esquemas de crédito diferenciados para la caficultura sostenible, y una reforma de 2020 habilitó fideicomisos de garantía agropecuaria con participación público-privada⁵⁶. 

Estos avances se complementan con programas federales como Producción para el Bienestar y con fondos internacionales como el GEF, que canaliza recursos a proyectos agroforestales en regiones prioritarias. En paralelo, nuevos instrumentos financieros como el crédito “Cosechando Soberanía” (2025) ofrecen financiamiento entre $30,000 y $1,300,000 MXN, con tasa preferencial de hasta 4.5 % anual, pagos al final de la cosecha y seguro agropecuario incorporado⁷. También establece un precio mínimo garantizado respaldado por FIRA, reduciendo el riesgo de volatilidad en ingresos para pequeños productores⁷. 

Las cooperativas son actores clave del ecosistema financiero rural, desempeñando un rol fundamental como intermediarias financieras. Muchas gestionan coberturas de precio mediante contratos forward, como en el caso de Comon Yaj Noptic o Tzeltal-Tzotzil, que también operan Sistemas Participativos de Garantía (SPG). Estos sistemas certifican prácticas agroecológicas sin necesidad de auditorías externas, permitiendo que más de 300 productores accedan a mercados diferenciados con mejores precios⁸⁹. 

Además de la banca de desarrollo (FIRA, FND), los pequeños productores acceden a crédito a través de un ecosistema diverso de entidades locales: uniones de crédito, cajas rurales, cooperativas de ahorro (SOCAP) y financieras populares (SOFIPO). Estas instituciones otorgan microcréditos entre $5,000 y $50,000 MXN, con tasas que oscilan entre 24 % y 30 % anual, aunque su cobertura sigue siendo limitada. Las garantías públicas, como FONAGA ProBienestar, permiten cubrir hasta el 70 % del saldo en caso de impago para quienes reciben apoyos federales, incentivando el crédito sin exigir colaterales onerosos¹⁰. 

La inclusión tecnológica también avanza. Fintechs como Verqor ofrecen créditos en especie a productores sin historial bancario, financiando insumos al inicio de la temporada y recibiendo el pago al final de la cosecha. Este modelo ha permitido que el 55 % de sus usuarios accedan por primera vez a crédito formal¹¹. Otras plataformas como Agree o ePesos Agro usan big data para evaluar riesgo y conectar productores con financiamiento adaptado al sector rural. 

En cuanto a la inversión privada, actores como Root Capital han canalizado más de 3 millones USD en cooperativas chiapanecas desde 2010, combinando crédito en dólares al 8–10 % con asistencia técnica. En el caso de Comon Yaj Noptic, esta inversión permitió crear fondos internos, acceder a mercados internacionales y aumentar los ingresos en un 25 %, equivalente a más de 6,000 pesos adicionales por cosecha¹². 

Aunque México aún no ha emitido un bono de biodiversidad, ya existen propuestas y condiciones técnicas para hacerlo. El Plan de Financiamiento de la Biodiversidad plantea su viabilidad, y entidades como el FMCN —que ha canalizado más de 18 millones USD a proyectos agroforestales en Chiapas— podrían actuar como vehículo de estructuración. Para lograrlo, es clave agrupar proyectos pequeños en portafolios más robustos que resulten atractivos para inversionistas institucionales¹³. 

También comienzan a explorarse los créditos de biodiversidad: instrumentos similares a los bonos de carbono, pero centrados en resultados de conservación. Aunque aún no existe un mercado regulado en México, se evalúa su potencial en contextos como cafetales de sombra o sistemas agroforestales certificados¹⁴. En paralelo, los programas de Pagos por Servicios Ambientales (PSA) de CONAFOR han transferido más de 4,000 millones de pesos a comunidades rurales entre 2010 y 2020, y existen propuestas de tokenizar los servicios ecosistémicos para atraer inversión privada¹⁵ ¹⁶. 

El camino para escalar estas iniciativas aún enfrenta retos importantes: baja bancarización (solo el 18 % de los caficultores en Chiapas accede a crédito formal¹⁷), falta de garantías, altos costos financieros y limitada oferta adaptada al ciclo productivo agrícola. Pero las soluciones existen, y están emergiendo. Desde garantías públicas y fintechs rurales, hasta SPG y cooperativas bien estructuradas, el ecosistema está comenzando a alinearse hacia una nueva etapa de inclusión y sostenibilidad financiera. 

La biodiversidad se cuida con conocimiento, con acción y con confianza. En Chiapas, los cafetales de sombra y las manos que los cultivan nos recuerdan que cada peso invertido en sostenibilidad es una semilla de futuro. Este trabajo nos enseña que las finanzas pueden ser una herramienta de cuidado. 

Desde Fundación Capital creemos que cuidar la biodiversidad también significa fortalecer la vida y los medios de quienes la protegen. Cada avance en inclusión financiera y sostenibilidad en el agro chiapaneco demuestra que es posible tejer puentes entre la conservación y el bienestar rural. Invitamos a quienes comparten esta visión a sumar esfuerzos: juntos podemos hacer que el financiamiento para la biodiversidad florezca en más territorios, impulsando comunidades resilientes, productivas y sostenibles. 

Este artículo se elaboró a partir del benchmarking realizado por Fundación Capital en el marco del proyecto BioFinCas, una iniciativa financiada por la Iniciativa Internacional de Protección del Clima (IKI) del Gobierno Alemán¹⁸.

Notas al pie:

  1. BioFinCas. Fundación Capital (Olarte, M). (2025). Benchmarking De Finanzas Verdes para el Café en México. Documento elaborado en el marco del proyecto BioFinCas, financiado por la Iniciativa Internacional de Protección del Clima (IKI) del Gobierno Alemán.  
  2. PNUD–BIOFIN (2022). Plan Nacional de Financiamiento para la Biodiversidad en México
  3. SHCP–CNBV (2023). Taxonomía Sostenible de México
  4. CNBV (2020). Estrategia Nacional de Finanzas Sostenibles
  5. INECC (2022). Estudio de política fiscal y ambiental en México
  6. Gobierno de Chiapas (2019). Plan Estatal de Desarrollo 2019–2024
  7. Congreso del Estado de Chiapas (2020). Reforma a Ley de Hacienda Pública Estatal. 
  8. HeribertoAguilar.org (2025). Programa Cosechando Soberanía
  9. FIRA (2023). Informe sobre financiamiento agrícola en Chiapas
  10. Tzeltal-Tzotzil (2023). Sistema Participativo de Garantía – Chiapas
  11. FIRA (2023). Programa FONAGA y garantías para productores sociales
  12. Verqor (2024). Modelo de crédito en especie y resultados
  13. Root Capital (2022). Impact Report: Latin America Portfolio
  14. FMCN (2022). Reporte de inversiones en agroforestería
  15. GIZ México (2023). Opciones para créditos de biodiversidad
  16. CONAFOR (2021). Evaluación del programa de PSA 2010–2020
  17. Instituto de Recursos Mundiales (WRI México) (2024). Tokenización de servicios ecosistémicos
  18. FIRA (2023). Estadísticas de acceso al crédito agrícola en Chiapas

El pasado 28 de octubre de 2025, la Interfaz IKI en México reunió a actores clave del sector ambiental, agrícola y forestal en el Intercambio Técnico “Reforestación y Agricultura Sostenible en México”, un espacio de diálogo virtual orientado a fortalecer la cooperación entre proyectos, instituciones y comunidades que trabajan por una producción libre de deforestación en el país.

Durante la inauguración, Toa Loaiza Lange, asesora del Ministerio Federal de Medio Ambiente, Conservación de la Naturaleza, Seguridad Nuclear y Protección del Consumidor de Alemania (BMUKN), destacó la importancia de los bosques como sumideros de carbono y el papel de las prácticas agroecológicas para compatibilizar productividad y conservación.

Posteriormente, Javier Arribas Quintana, Ministro Consejero de la Delegación de la Unión Europea en México, presentó el Reglamento de Productos Libres de Deforestación (EUDR), resaltando los desafíos y oportunidades que este marco regulatorio representa para las cadenas productivas nacionales. Como insumo complementario, se pusieron a disposición los resultados del EU Climate Dialogue (EUCD) 2024 sobre implicaciones y recomendaciones para el cumplimiento del EUDR en México.

El primer panel del intercambió reunió a representantes de Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), Comisión Nacional Forestal (CONAFOR) y de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), quienes compartieron los avances institucionales en la implementación de la EUDR, así como los retos para fortalecer la gobernanza forestal y los mecanismos de trazabilidad en el territorio. Las intervenciones coincidieron en la necesidad de alinear los instrumentos de política pública con las dinámicas locales y de generar capacidades técnicas para acompañar a los productores en esta transición.

Posteriormente, se presentaron dos experiencias que ejemplifican cómo la cooperación internacional impulsa soluciones innovadoras en campo. Camila Hernandez compartió aprendizajes del Proyecto Grandes Bosques de Mesoamérica, enfocado en conservación productiva y fortalecimiento comunitario. Además, se invitó a sumarse a la Comunidad de Aprendizaje EUDR, impulsada por PROMECAFE, el programa regional REDD+ Landscape III (financiado por la Unión Europea e implementado por la GIZ) y COSA.

A su vez, Alejandra Mosig, de la organización mexicana Nuup, presentó el proyecto IKI DigiDeFree, que desarrolla herramientas digitales para mejorar la trazabilidad y facilitar el cumplimiento del reglamento europeo en cadenas agrícolas con pequeños productores.

Uno de los momentos más enriquecedores del encuentro fue la actividad de mapeo colaborativo, donde las y los participantes identificaron buenas prácticas, obstáculos y oportunidades de articulación para avanzar hacia una agricultura libre de deforestación. El ejercicio permitió visibilizar experiencias exitosas en trazabilidad, acompañamiento técnico y coordinación interinstitucional, así como la urgencia de fortalecer la integración entre los sectores productivo, ambiental y tecnológico.

El taller cerró con la participación de Iris Jiménez, representante de la Unidad Coordinadora de Asuntos Internacionales de SEMARNAT, quien subrayó el valor de estos espacios de cooperación para transformar el conocimiento compartido en acciones concretas en territorio.

Este intercambio reafirmó la importancia de conectar el trabajo institucional con las realidades locales y demuestra que la colaboración entre gobiernos, cooperación internacional y sociedad civil es esencial para alcanzar una producción sostenible, justa y libre de deforestación.

El curso en línea “Herramientas digitales para la planificación urbana y de movilidad participativa” explora cómo aplicar herramientas digitales en metodologías de planificación participativa urbana y de movilidad con el objetivo de involucrar a las comunidades en iniciativas urbanas sostenibles que mejoren la seguridad vial de sus territorios.

Con base en estudios de caso y herramientas de los proyectos TRANS-SAFE y EcoZonas, las personas participantes adquirirán habilidades prácticas para realizar análisis e intervenciones comunitarias que fomenten ciudades más habitables, seguras y resilientes.

El curso se alinea con los objetivos del proyecto ACCESS que impulsa la integración de tecnología y políticas digitales en seis países de América Latina para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en el sector del transporte.

Está dirigido a personas académicas, urbanistas y profesionales del sector público, así como a organizaciones de la sociedad civil, no gubernamentales, vecinales y a la ciudadanía interesada.

El material se divide en tres unidades que comprenden 10 módulos cortos y una tarea práctica de mapeo con herramientas digitales que se debe aprobar para obtener el certificado.

Los contenidos abarcan: metodologías de planificación participativa; el uso de aplicaciones y plataformas como Walkability, Route2School, Minecraft y EcoZonas; ejemplos prácticos y un ejercicio final de cartografía digital.

Esta iniciativa está liderada por el Instituto Wuppertal para el Clima, el Ambiente y la Energía (WI) y el Urban Living Lab Center (ULLC), con apoyo de ONU Hábitat y PNUMA, en colaboración con las organizaciones socias de los proyectos TRANS-SAFE y EcoZonas.

El curso inicia el 27 de octubre de 2025 y la inscripción ya se encuentra abierta en la plataforma de aprendizaje en línea del ULLC sin fecha límite. Disponible en español e inglés.

Créditos: Unsplash

Créditos: Urban Living Lab Center
Curso en línea “Herramientas digitales para la planificación urbana participativa”.

Créditos: Urban Living Lab Center
Contenido del curso en línea “Herramientas digitales para la planificación urbana participativa”.

El cambio climático exige una acción multinivel. Si bien las políticas nacionales establecen los marcos regulatorios generales, los gobiernos subnacionales (estatales y municipales) son los que aplican los programas de gestión del territorio, transporte, energía y residuos; regulan el uso de suelo y la protección de ecosistemas locales y responden de manera directa ante los impactos climáticos (inundaciones, sequías, huracanes, incendios, etc.).

En este sentido, las legislaturas estatales tienen la capacidad de adaptar el marco jurídico federal a las condiciones ambientales, económicas y sociales de su territorio, fortaleciendo así la eficacia de las políticas públicas.

De aquí la relevancia de establecer estos diálogos climáticos en materia con actores clave a nivel subnacional; ya que estos son el frente más cercano a la acción.

Créditos: GIZ México – Fernanda Sotelo

Créditos: GIZ México – Fernanda Sotelo

En este contexto, el 13 de octubre de 2025 se llevaron a cabo los Diálogos Climáticos junto con la Red de Legisladores Estatales para el Cambio Climático RELECC, evento organizado por la Embajada de Alemania en México en colaboración con la Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit (GIZ) en México a través del proyecto IKI, Alianza Mexicana-Alemana de Cambio Climático.

El objetivo de los Diálogos Climáticos fue generar, a través del diálogo, una visión y posicionamiento comunes para abordar los desafíos de la Resiliencia Justa Subnacional (RJS), así como explorar las oportunidades de participación que representa la iniciativa CHAMP (Coalición de Asociaciones Multinivel de Alta Ambición para la Acción Climática) dentro de la agenda climática subnacional global.

La Resiliencia Justa Subnacional (RJS) reconoce la interrelación entre las crisis del cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la degradación de los ecosistemas, las cuales afectan de manera desproporcionada a las personas que menos han contribuido a estos problemas y que cuentan con menos recursos para adaptarse.

Por su parte, la iniciativa CHAMP busca fortalecer la cooperación entre gobiernos nacionales y subnacionales en la planificación, financiamiento, implementación y monitoreo de estrategias climáticas, promoviendo una acción climática más coordinada y efectiva.

En el panel de bienvenida participaron el Excelentísimo Embajador de la República Federal de Alemania en México, Clemens von Goetze; la presidenta de la Red de Legisladores por el Cambio Climático (RELECC), María Isabel Ortiz Mantilla; el coordinador del Clúster Clima de la GIZ, Philipp Schukat; y la coordinadora del proyecto Alianza Climática IV de la GIZ México, Ana Lorena Gudiño Valdez.

Posteriormente, Jordan Harris, director ejecutivo de Regions4, profundizó en el concepto de RSJ, destacando que los gobiernos subnacionales tienen un papel clave para promover una resiliencia equitativa al adaptar las políticas nacionales a las realidades locales. Su cercanía con las comunidades les permite integrar conocimientos tradicionales y fortalecer la gobernanza multinivel, alineando sus acciones con el Acuerdo de París y los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Más adelante, Luis Jesús Ruiz Peña, experto en la iniciativa CHAMP, Town Hall COP y secretario técnico de ICLEI, presentó los avances de esta coalición, impulsada por la Presidencia de la COP28 en Dubái y firmada por 72 países durante dicha cumbre. Hasta febrero de 2025, un total de 75 naciones, entre ellas México, han respaldado oficialmente CHAMP.

Finalmente, se llevaron a cabo tres mesas de trabajo en las que se identificaron retos y oportunidades vinculados con la implementación de CHAMP y el fortalecimiento de la Resiliencia Justa Subnacional. Los resultados de estas mesas se integrarán en un documento preparatorio rumbo a la COP30, con el propósito de generar un punto de acuerdo que pueda ser impulsado dentro de las agendas legislativas estatales.

Estos Diálogos Climáticos reafirman el valor de la acción colaborativa entre niveles de gobierno y la importancia de construir, desde lo local, soluciones sostenibles que fortalezcan la resiliencia y la ambición climática global.

Créditos: Google Earth Engine Apps
CitiesAdapt Tool, una herrramienta de Google Earth Engine Apps para la identificación de riesgos climáticos.

La herramienta CitiesAdapt Tool es una aplicación web desarrollada en Google Earth Engine (GEE) para mejorar los diagnósticos ambientales y estrategias climáticas.

Provee acceso a datos satelitales globales de código abierto ayudando a 1) identificar patrones de altas temperaturas superficiales para priorizar estrategias de adaptación y 2) rastrear la condición de la vegetación y la cobertura terrestre a partir de cambios en la temperatura superficial a lo largo del tiempo. 

Una vez en la aplicación, los usuarios pueden especificar fácilmente un área geográfica y un rango de tiempo, realizar cálculos, visualizar y exportar diversos resultados y capas de datos.

La aplicación fue creada para ser de uso intuitivo (con procesamiento automatizado) y de fácil acceso (desde cualquier lugar con conexión a internet sin tener que instalar ningún software). Al permitir el análisis basado en datos, facilita la toma de decisiones informada para las medidas de adaptación, el monitoreo ambiental y la planificación urbana.

CitiesAdapt Tool se diseñó en el marco del proyecto Global CitiesAdapt de la Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit (GIZ) GmbH (Cooperación Técnica Alemana) el cual contribuye a la transformación hacia un desarrollo urbano resiliente frente al cambio climático en barrios vulnerables de las ciudades asociadas: Mérida, México y uMhlathuze, Sudáfrica. Ello, bajo la comisión del Ministerio Federal de Economía y Acción Climática (BMWK) y del Ministerio Federal de Medio Ambiente, Protección a la naturaleza, Seguridad Nuclear y Protección al Consumidor (BMUV) de Alemania.

Créditos: GIZ/ CitiesAdapt Tool
Comparación de datos de temperatura superficial y de cobertura de suelo en la Ciudad de México para los periodos 2013-2017 y 2017-2024.

Créditos: GIZ / CitiesAdapt Tool
Análisis comparativo de datos ambientales durante los meses de verano de 2018 y 2024 en Plan de Ayala Sur (sur de Mérida, área de intervención mexicana del proyecto Global CitiesAdapt) que reflejan un aumento de superficie construida acompañado de un incremento en la temperatura superficial y una disminución de áreas verdes.

Puedes consultar la guía de usuario, en donde encontrarás el enlace a la herramienta.

Créditos: Ayuntamiento de Mérida
Publicación “Estrategia Barrial para la adaptación al cambio climático en la zona de transición urbano – ecológica del sur de Mérida.”

Como parte de los esfuerzos de adaptación urbana en México, en el marco del proyecto IKI Global CitiesAdapt, nace la publicación Estrategia Barrial para la adaptación al cambio climático en la zona de transición urbano – ecológica del sur de Mérida.

Esta estrategia detalla las metodologías empleadas, los diagnósticos realizados y las propuestas de intervención para la adaptación climática local. Para ello, se utiliza un enfoque participativo e integra datos territoriales, climáticos y socioeconómicos. Esto, a través de cinco etapas con potencial de replicabilidad en otros contextos barriales de México.

El objetivo final de la estrategia es fortalecer la resiliencia de la comunidad y garantizar un desarrollo sostenible y equitativo de la zona de transición urbano-ecológica del Municipio de Mérida.

Créditos: Ayuntamiento de Mérida
Etapas de elaboración de la Estrategia Barrial, desde la identificación del marco normativo hasta el co-diseño de una estrategia de resiliencia urbana, con potencial de replicabilidad en otros contextos barriales de México.

Créditos: GIZ / CitiesAdapt
Mujeres adultas de la comunidad Plan de Ayala Sur en el proyecto demostrativo derivado de la elaboración de la Estrategia Barrial para la adaptación al cambio climático en la zona de transición urbano - ecológica del sur de Mérida.

Créditos: GIZ / CitiesAdapt
Mujeres adultas de la comunidad Plan de Ayala Sur en el proyecto demostrativo derivado de la elaboración de la Estrategia Barrial para la adaptación al cambio climático en la zona de transición urbano – ecológica del sur de Mérida.

Créditos: Instituto Municipal de Planeación de Mérida
Síntesis de las estrategias propuestas para la zona de transición.

¿Por qué en la zona de transición en Mérida?

La zona de transición urbano-ecológica del municipio de Mérida, localizada entre el área urbana y la Reserva Cuxtal en el sur de la ciudad, es un espacio crucial para la recarga de acuíferos y la conservación de la biodiversidad. Sin embargo, es también una región con mayor rezago social que el resto de la ciudad.

En el contexto de la rápida urbanización que se vive actualmente en Mérida, las presiones socioambientales hacia la integridad de la zona de transición han incrementado, y lo seguirán haciendo, viéndose exacerbadas por los efectos adversos del cambio climático.

Como resultado, se establecieron ejes estratégicos para la región, incluyendo la promoción de infraestructura verde, la movilidad sostenible, la gestión mejorada de recursos hídricos y la creación de espacios públicos resilientes. Además, se escogió el módulo de salud Plan de Ayala Sur para llevar a cabo el proyecto demostrativo, una colonia de alta vulnerabilidad al sur de la zona de transición.

Esta estrategia es resultado de un esfuerzo colaborativo entre el Instituto Municipal de Planeación de Mérida (IMPLAN) y la Unidad de Desarrollo Sustentable (UDS) del Ayuntamiento de Mérida; la Deutsche Gesell­schaft für Internationale Zusammenarbeit (GIZ) GmbH (Cooperación Técnica Alemana); y la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU).

Consulta la estrategia aquí.

En el municipio José María Morelos, Quintana Roo, el ejido de Dziuché avanza en la protección de sus bosques y en la construcción de soluciones innovadoras frente al cambio climático. Con el apoyo de la Iniciativa de Financiamiento para la Biodiversidad (BIOFIN) del PNUD, la brigada comunitaria recibió capacitación en marzo de 2025 para monitorear fauna mediante cámaras trampa, redes de niebla y moldes de huellas, registrando 58 especies, entre ellas el puma (Puma concolor).

Estos esfuerzos fortalecen la identidad comunitaria y generan información clave para evaluar la salud de los ecosistemas, identificar especies en riesgo y valorar los servicios ambientales esenciales: agua limpia, suelos fértiles, polinización y resiliencia climática.

La documentación sistemática de la biodiversidad permite sentar bases para mecanismos financieros innovadores, como los créditos de biodiversidad, que generan ingresos a partir de resultados verificables de conservación. Esta vía abre nuevas oportunidades de financiamiento climático para comunidades rurales, al vincular la protección de bosques con la mejora del bienestar local.

Brigada comunitaria de Dziuché realizando el monitoreo de biodiversidad.
Créditos: Equipo BIOFIN México

En paralelo, BIOFIN México impulsa el diálogo nacional mediante el ciclo de seminarios “Mercados de la naturaleza y créditos de biodiversidad”, que reúne a instituciones públicas, inversionistas, sociedad civil y comunidades locales. Este espacio busca articular experiencias comunitarias con políticas nacionales y herramientas de financiamiento sostenible, destacando el papel de los mercados ambientales como catalizadores de mitigación y adaptación.

Como señaló el equipo de BIOFIN México:
“Estas conversaciones son esenciales para asegurar que los mecanismos financieros reflejen las necesidades reales y entreguen impactos tangibles frente a la crisis climática y de biodiversidad”.

La experiencia de Dziuché demuestra que el camino hacia un futuro resiliente y biodiverso se construye desde lo local, integrando conocimiento tradicional, ciencia y finanzas innovadoras.

Puma captado en cámara trampa establecida en el monitoreo de biodiversidad realizado por la comunidad de Dziuché.

Huella de puma encontrada en el monitoreo de biodiversidad realizado en Dziuché.Créditos: Equipo BIOFIN México

Murciélago registrado en el monitoreo de biodiversidad realizado en Dziuché.
Créditos: Equipo BIOFIN México

El pasado 18 de agosto el Parque Nacional El Veladero de Acapulco fue el escenario de la Primera Sesión Ordinaria 2025 de la Comisión Interinstitucional de Cambio Climático del Estado de Guerrero (CICCG) y el Primer Taller Presencial del Proceso de Elaboración de la Estrategia Estatal de Cambio Climático de Guerrero (ECCG). 

Este encuentro marca un hito en la construcción de la política climática del estado, al reunir a representantes del Congreso, el Gobierno Estatal, la cooperación internacional y diversos sectores sociales y productivos en un esfuerzo conjunto por enfrentar los retos del cambio climático. 

En la sesión inaugural, participaron autoridades como el Lic. Jesús Eugenio Urióstegui García, Presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado, y la Diputada Obdulia Naranjo Cabrera, Presidenta de la Comisión de Recursos Naturales, Desarrollo Sustentable y Cambio Climático. Por su parte, el Secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Dr. Ángel Almazán Juárez, destacó la importancia de esta primera sesión, subrayando que “es indispensable que Guerrero cuente con una Estrategia Estatal de Cambio Climático que identifique riesgos, fortalezca capacidades y defina rutas claras de adaptación y mitigación”. 

La Dra. Ana Lorena Gudiño, Coordinadora de la Alianza Mexicana-Alemana de Cambio Climático de la Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit (GIZ) GmbH (Cooperación Técnica Alemana), enfatizó la relevancia de la cooperación internacional para fortalecer la acción climática a nivel subnacional: “La elaboración de esta estrategia no solo aportará diagnósticos y planes, sino que también consolidará la participación activa de múltiples sectores, garantizando soluciones más resilientes y sostenibles para la población guerrerense”. 

El taller técnico permitió a más de 80 actores estratégicos discutir prioridades y generar insumos para el diseño de la Estrategia Estatal. Las mesas de trabajo abordaron temáticas clave en mitigación (energía, transporte, residuos, procesos industriales y sector AFOLU) y en adaptación (sector social, seguridad alimentaria, biodiversidad, agua e infraestructura estratégica). 

Este proceso se enmarca en la consultoría técnica liderada por el equipo de especialistas de IDOM, que acompañará al estado en la elaboración del inventario de emisiones, diagnósticos de vulnerabilidad y capacidades, así como en la identificación de medidas de adaptación y mitigación. Los resultados se integrarán en la futura Estrategia Estatal de Cambio Climático (ECCG) y el Programa Estatal de Acción ante el Cambio Climático de Guerrero (PEACCG). 

La Comisión acordó como siguientes pasos la instalación de su Consejo Consultivo, la elaboración del Reglamento Interno y la convocatoria a la Segunda Sesión Ordinaria, prevista para noviembre de 2025. 

Con este paso, Guerrero avanza con firmeza hacia la construcción de una agenda climática integral, apoyada en la cooperación multiactor y el compromiso político, abriendo el camino hacia un futuro más resiliente y con menores emisiones. 

Situación de partida 

Con la reforma de la Ley General de Cambio Climático de 2018, México ha recogido en la legislación sus contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC, por sus siglas en inglés) en el marco del Acuerdo de París. Además, el país manifestó internacionalmente su disposición a reducir para 2030 las emisiones de gases de efecto invernadero en un 22 % (o en un 36 % contando con apoyo internacional) con respecto a un escenario sin medidas de mitigación (escenario Business as Usual o BAU).

La adaptación al cambio climático es otra área en la que México persigue objetivos ambiciosos, los cuales se han definido en 21 acciones concretas. El país quiere poner fin a la deforestación, es decir, la conversión (ilegal) de superficies forestales en tierras destinadas a otros usos. El objeto es reducir al menos a la mitad el número de ciudades y comunidades particularmente vulnerables a los efectos del cambio climático. Además, se planifican sistemas de alerta temprana a nivel nacional.

Sin embargo, faltan herramientas eficientes de gestión, planificación y monitoreo. El país también necesita medios y métodos sólidos de financiación climática. Los recursos humanos y financieros son limitados, especialmente en diversas regiones del país. Además, es preciso pasar con éxito de la planificación a la implementación.

Objetivo

La Alianza Mexicana-Alemana de Cambio Climático de la mano del Gobierno de México, apoya en la implementación de la Contribución Determinada a nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés), a través de acciones concretas que permitan mejorar la adaptación al cambio climático, la resiliencia local, y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) para no dejar a nadie atrás.

Procedimiento

El proyecto apoya a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) de México para elaborar herramientas de planificación a corto y largo plazo, así como para construir un sistema de transparencia con objeto de supervisar y mejorar continuamente la consecución de los objetivos de las NDC. Además, el proyecto promueve mecanismos de financiación innovadores destinados a medidas concretas. Esto también se aplica a las innovaciones que surgen del sector privado.

De la mano del Gobierno de México y de las entidades federativas del país, el proyecto apoya y promueve el fortalecimiento de las competencias de los organismos e instituciones involucradas en la agenda climática  para que puedan implementar y monitorear mejor sus contribuciones tanto a nivel federal como subnacional. También fomenta el intercambio mexicano-alemán e internacional para la implementación de los compromisos climáticos a través de la sistematización de lecciones aprendidas y el intercambio de experiencias y a través de un enfoque de consumo y producción sustentable y respetuosa con el clima, incluyendo las innovaciones del sector privado. Por otro lado, trabaja de la mano con los sectores financiero y bancario de México, para el reverdecimiento de un sistema financiero verde y climático que pueda contribuir como motor e impulso de la acción climática en el país. Finalmente, el proyecto apoya el intercambio regular y la gestión de conocimientos entre todos los proyectos de la Iniciativa Internacional de Protección del Clima (IKI, por sus siglas en alemán) en México.

Áreas de trabajo

La Alianza Climática trabaja en cuatro ejes para fortalecer la acción climática en México:

Reverdeciendo el sistema financiero

Con el objetivo de movilizar recursos para los sectores público y privado dirigidos a la implementación de las metas climáticas de México y a la creación de marcos normativos financieros transparentes y sustentables, en el proyecto Alianza Mexicana-Alemana de Cambio Climático trabajamos junto con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), el Banco de México (Banxico), la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) y el sector privado, con apoyo de las asociaciones empresariales y financieras, para desarrollar acciones que permitan implementar las metas de cambio climático en el ámbito financiero.

A través del fortalecimiento de la economía social, la Alianza apoyó a movilizar financiamiento privado y asistencia técnica a nueve proyectos socioambientales en diversos estados del país que atienden e impactan de forma positiva la adaptación al cambio climático. También colaboró con la SHCP y con el sector privado en el desarrollo de dos procesos enfocados en reforzar las métricas y la identificación del marco de activos verdes para una taxonomía sustentable.

Por otro lado, se apoyó a la consolidación del Grupo de Trabajo sobre Divulgaciones Financieras relacionadas con el Clima (TCFD México) a través de talleres de capacitación con el sector privado y financiero, además de apoyar y comunicar el lanzamiento del Consorcio TCFD México. Adicionalmente, se busca apoyar a  movilizar recursos para el sector público y privado para el cumplimiento de las metas climáticas de México para así converger los sectores  clima y financiero, con una visión local.

Alianzas para impulsar la ambición en la acción climática, en el marco del Festival de Financiamiento Verde e Incluyente / © Reilly Pink Fish, 2022.
Los 9 emprendimientos socioambientales seleccionados para su capacitación financiera y de divulgación para promover fuentes de financiamiento en 2020 y 2021 / © GIZ México, 2021.

Contribución a los compromisos climáticos del país

La Alianza coopera con el Gobierno mexicano para que el país cuente con medidas concretas a nivel federal y subnacional para alcanzar las metas climáticas nacionales, a través de: apoyar procesos de planificación coherentes con las políticas de cambio climático y crear un marco de transparencia; fortalecer las capacidades de los actores en la implementación de las metas; desarrollar y fortalecer los instrumentos de planificación financieros y promover el diálogo internacional.

Es por esto por lo que, de la mano de actores federales y subnacionales, la Alianza apoya a fortalecer las metas climáticas de México, con especial énfasis en el componente de adaptación. Para lograr incrementar la ambición. Se apoyó en el proceso de identificar medidas de adaptación y herramientas de valoración económica. Además, se realizaron consultas participativas y fortalecimiento de capacidades. Por otra parte, se apoyó a la SEMARNAT en incluir la perspectiva de derechos humanos y género en los compromisos climáticos.

El Dr. Agustín Ávila, Director General de Políticas para el Cambio Climático (DGPCC) de la SEMARNAT en el 6to Taller IKI, Camilo de la Garza, © GIZ México, 2022

Acción local por el clima

La acción climática a nivel local es la punta de lanza para implementar las metas climáticas de México, es por esto que la Alianza Mexicana Alemana de Cambio Climático, trabaja de la mano del Gobierno de México y los gobiernos subnacionales para fortalecer, desarrollar y mejorar la implementación de acciones para el cumplimiento de los compromisos en adaptación y mitigación del país.

Por ejemplo, Junto con la SEMARNAT construimos el Sistema de Seguimiento de Acciones Climáticas a Nivel Subnacional para reportar acciones tanto de mitigación como de adaptación; apoyamos a la Ciudad de México en incluir el componente de adaptación en la Estrategia y Programa Local de Acción Climática; también trabajamos junto a los estados de la Península de Yucatán para armonizar las legislaciones de cambio climático y forestales. Por otro lado, junto con Sinaloa, implementamos un programa de Carbono Azul en el municipio de la Angostura.

Adicionalmente, se desarrolló junto al Programa de Naciones Unidas al Desarrollo (PNUD) la aplicación móvil, RAECO, como herramienta para facilitar y generar en la ciudadanía una cultura del reciclaje de Residuos de Aparatos Electrónicos.

Midiendo los avances de la acción climática, Laguna & GIZ México, 2021

Funcionarias y funcionarios subnacionales trabajan en la creación de capacidades técnicas a través de la capacitación / © GIZ
Presentación de la Política de Adaptación al Cambio Climático de la Ciudad de México: SEDEMA, GIZ México e ICM

Cuantificación de carbono azul en el municipio de la Angostura en Sinaloa, 2022

Diálogo en cooperación

La Alianza Mexicana-Alemana de Cambio Climático apoya en la interconexión de los proyectos del portafolio de la Iniciativa Internacional de Protección del Clima (IKI) en México. Se apoya a 32 proyectos de 21 organizaciones implementadores y se fomenta el intercambio y la comunicación de la red de los proyectos IKI, a través de la página de conocimiento IKI Alliance México, y un boletín trimestral sobre temáticas clave de la cooperación, así como talleres anuales de intercambio entre proyectos IKI y espacios de diálogo político de alto nivel entre México y Alemania.

Sexto Taller de Intercambio de Proyectos IKI en México / © GIZ México

También, junto con el Gobierno de México impulsamos acciones concretas para comunicar las metas de adaptación y mitigación de cambio climático y así informar, persuadir y movilizar la acción climática. Por ejemplo, se ha trabajado de manera conjunta con el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC) y la SEMARNAT en la actualización del sitio oficial del país “México ante el Cambio Climático” en el análisis comparativo y la identificación de necesidades en cuanto a la gestión del conocimiento sobre la planeación de la política climática en México.

Reunión de representantes de la Embajada de Alemania en México, BMWK, BMUV, Interfaz IKI en México y GIZ México con la SEDATU / © GIZ México, 2022.
El subsecretario Gabriel Yorio de Hacienda y Crédito Público en la inauguración del Festival de Financiamiento Verde e Incluyente, Antonio Herrera © GIZ México, 2022.

Para conocer más sobre lo que hace la Alianza para reverdecer el sistema financiero da clic en la imagen:

Para conocer más sobre lo que hace la Alianza para contribuir a los compromisos climáticos da clic en la siguiente imagen:

Para conocer más sobre lo que hace la Alianza para contribuir a la acción climática local da clic en la siguiente imagen:

Para conocer más sobre lo que hace la Alianza para impulsar el diálogo en cooperación da clic en la siguiente imagen:

Descubre los Alcances y caminos al futuro de la Alianza Mexicana-Alemana de Cambio Climático en el siguiente Booklet:

Conoce algunos de los trabajos que la Alianza Mexicana-Alemana de Cambio Climático y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales han realizado en los últimos años: https://iki-alliance.mx/caja-de-productos-alianza-mexicana-alemana-de-cambio-climatico/

Situación de partida 

En cooperación con Colombia, el proyecto desarrolla y aplica directrices prácticas y normas contables específicas para los respectivos objetivos de mitigación en el marco de un futuro régimen climático. En la actualidad, los objetivos de los países emergentes y en vías de desarrollo difieren mucho. Las normas contables dentro del Protocolo de Kyoto y la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) actualmente no cubren diferentes tipos de objetivos. En el contexto del proyecto, los socios están desarrollando una herramienta de software para medir el grado de progreso hacia el logro de muchos diferentes tipos de objetivos. Una vez completado el proceso, esta herramienta se aplicará en los países y también estará a disposición de otros países en foros internacionales. Con esta actividad, el proyecto está creando las bases para una política climática orientada a un objetivo común, pues el progreso hacia el logro de los objetivos nacionales se hará, por ende, aparente. Esto contribuye a un mayor nivel de transparencia y la mejora de la supervisión de las acciones gubernamentales. La definición de las normas contables puede influir significativamente en la mitigación real y, por ende, en el logro de la meta de dos grados.

Situación de partida 

Aprovechando la labor de proyectos anteriores y en el marco de la Red de Implementación de Acciones de Mitigación (MAIN) para la implementación de acciones de mitigación nacionalmente apropiadas (NAMAs), el proyecto apoya economías emergentes y países en desarrollo de América Latina y Asia en el diseño de NAMAs ambiciosas. Esto incluye la ampliación de la red MAIN, motivar a los equipos encargados de formular políticas de los países en desarrollo a desarrollar políticas sectoriales más ambiciosas y diseñar mecanismos financieros aún más eficaces, al igual que ayudar a que la mejor NAMA reciba financiamiento.

El CCAP reunirá a los miembros del consejo de GCF con negociadores clave de la CMNUCC para demostrar cómo las NAMAs pueden ser pilares fundamentales para promesas más ambiciosas en París y los ejes del proceso de aplicación después de París, definiendo una ruta hacia el desarrollo de un futuro con bajo nivel de emisiones de carbono y más resiliente.