La pandemia provocada por el COVID-19, ha tenido un impacto devastador en todas las regiones del mundo. De acuerdo con el Banco Mundial, la economía global comenzó a sufrir en 2020 la peor recesión desde la Segunda Guerra Mundial. El Reporte de Perspectivas Económicas Mundiales (Banco Mundial, 2022) señala que el crecimiento mundial se desaceleró del 5.7% en 2021 al 2.9% en 2022 y en América Latina la economía estaba proyectada a desacelerar bruscamente a 2.5% en 2022, después de un repunte de 6.1% en 2021. Las economías de América Latina y el Caribe han sido altamente afectadas por los impactos económicos y en paralelo, los efectos del cambio climático han exacerbado las vulnerabilidades.
Los hallazgos del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) en su sexto ciclo de evaluación han confirmado la importancia de actuar ahora hacia un desarrollo climático resiliente para hacer frente a los crecientes impactos negativos de este fenómeno.
En este contexto, cumplir con los objetivos del Acuerdo de París y limitar los efectos adversos del cambio climático, al tiempo que se reverdecen las economías, es una oportunidad para salir adelante de la crisis y construir un futuro sustentable e inclusivo.
En el marco de la Red Sectorial Gestión Ambiental y Desarrollo Rural América Latina y Caribe (GADeR-ALC) de la Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit (GIZ) GmbH (Cooperación Alemana al Desarrollo Sustentable) a través del Workstream “Alineando la acción climática (NDC) con la recuperación verde en América Latina” se desarrolló un estudio que explora y muestra ocho ejemplos destacados de recuperación verde integrados en los procesos de recuperación económica e implementación de las NDC en cuatro países de la región de América Latina y el Caribe: Chile, Colombia, Costa Rica y México, identificando” buenas prácticas” en la implementación de las NDC que puedan ser inspirar y ser aplicadas y escalables en otros países de la región.
Consulta el estudio haciendo clic en la siguiente imagen: