En México, la agenda de financiamiento sostenible ha cobrado fuerza en años recientes, integrando compromisos ambientales y financieros cada vez más ambiciosos. En 2022, el país ratificó el Marco Global de Biodiversidad de Kunming-Montreal, con la meta de conservar el 30 % de su territorio para 2030¹. Para movilizar recursos hacia ese objetivo, el Programa BIOFIN del PNUD y la Secretaría de Medio Ambiente diseñaron un Plan Nacional de Financiamiento para la Biodiversidad, que propone instrumentos innovadores como bonos verdes temáticos, seguros paramétricos y líneas de crédito adaptadas a la conservación productiva¹. 

En el plano financiero, México ha dado pasos concretos: en 2023 publicó su Taxonomía Sostenible, que reconoce la agricultura sostenible y el café agroforestal como actividades verdes elegibles para inversión². Desde 2020, la Estrategia Nacional de Finanzas Sostenibles y los nuevos lineamientos de la CNBV han impulsado al sistema financiero a incorporar criterios ASG (ambientales, sociales y de gobernanza) ³. Gracias a este entorno normativo, el país ha emitido bonos pioneros, como el bono soberano ODS (2020) por 890 millones USD. Sin embargo, la canalización efectiva de recursos hacia actividades sostenibles sigue siendo un desafío: por cada peso de ingreso fiscal verde recaudado, México obtiene 59 pesos de actividades contaminantes⁴. 

En Chiapas, estado de alta biodiversidad y fuerte vocación cafetalera, se han implementado políticas que sientan las bases para vincular biodiversidad con acceso financiero. Desde 2017, la Ley de Desarrollo Rural Sustentable reconoce al café como cultivo eje de la agroecología y propone fondos específicos para su fortalecimiento. El Plan Estatal de Desarrollo 2019–2024 contempla esquemas de crédito diferenciados para la caficultura sostenible, y una reforma de 2020 habilitó fideicomisos de garantía agropecuaria con participación público-privada⁵⁶. 

Estos avances se complementan con programas federales como Producción para el Bienestar y con fondos internacionales como el GEF, que canaliza recursos a proyectos agroforestales en regiones prioritarias. En paralelo, nuevos instrumentos financieros como el crédito “Cosechando Soberanía” (2025) ofrecen financiamiento entre $30,000 y $1,300,000 MXN, con tasa preferencial de hasta 4.5 % anual, pagos al final de la cosecha y seguro agropecuario incorporado⁷. También establece un precio mínimo garantizado respaldado por FIRA, reduciendo el riesgo de volatilidad en ingresos para pequeños productores⁷. 

Las cooperativas son actores clave del ecosistema financiero rural, desempeñando un rol fundamental como intermediarias financieras. Muchas gestionan coberturas de precio mediante contratos forward, como en el caso de Comon Yaj Noptic o Tzeltal-Tzotzil, que también operan Sistemas Participativos de Garantía (SPG). Estos sistemas certifican prácticas agroecológicas sin necesidad de auditorías externas, permitiendo que más de 300 productores accedan a mercados diferenciados con mejores precios⁸⁹. 

Además de la banca de desarrollo (FIRA, FND), los pequeños productores acceden a crédito a través de un ecosistema diverso de entidades locales: uniones de crédito, cajas rurales, cooperativas de ahorro (SOCAP) y financieras populares (SOFIPO). Estas instituciones otorgan microcréditos entre $5,000 y $50,000 MXN, con tasas que oscilan entre 24 % y 30 % anual, aunque su cobertura sigue siendo limitada. Las garantías públicas, como FONAGA ProBienestar, permiten cubrir hasta el 70 % del saldo en caso de impago para quienes reciben apoyos federales, incentivando el crédito sin exigir colaterales onerosos¹⁰. 

La inclusión tecnológica también avanza. Fintechs como Verqor ofrecen créditos en especie a productores sin historial bancario, financiando insumos al inicio de la temporada y recibiendo el pago al final de la cosecha. Este modelo ha permitido que el 55 % de sus usuarios accedan por primera vez a crédito formal¹¹. Otras plataformas como Agree o ePesos Agro usan big data para evaluar riesgo y conectar productores con financiamiento adaptado al sector rural. 

En cuanto a la inversión privada, actores como Root Capital han canalizado más de 3 millones USD en cooperativas chiapanecas desde 2010, combinando crédito en dólares al 8–10 % con asistencia técnica. En el caso de Comon Yaj Noptic, esta inversión permitió crear fondos internos, acceder a mercados internacionales y aumentar los ingresos en un 25 %, equivalente a más de 6,000 pesos adicionales por cosecha¹². 

Aunque México aún no ha emitido un bono de biodiversidad, ya existen propuestas y condiciones técnicas para hacerlo. El Plan de Financiamiento de la Biodiversidad plantea su viabilidad, y entidades como el FMCN —que ha canalizado más de 18 millones USD a proyectos agroforestales en Chiapas— podrían actuar como vehículo de estructuración. Para lograrlo, es clave agrupar proyectos pequeños en portafolios más robustos que resulten atractivos para inversionistas institucionales¹³. 

También comienzan a explorarse los créditos de biodiversidad: instrumentos similares a los bonos de carbono, pero centrados en resultados de conservación. Aunque aún no existe un mercado regulado en México, se evalúa su potencial en contextos como cafetales de sombra o sistemas agroforestales certificados¹⁴. En paralelo, los programas de Pagos por Servicios Ambientales (PSA) de CONAFOR han transferido más de 4,000 millones de pesos a comunidades rurales entre 2010 y 2020, y existen propuestas de tokenizar los servicios ecosistémicos para atraer inversión privada¹⁵ ¹⁶. 

El camino para escalar estas iniciativas aún enfrenta retos importantes: baja bancarización (solo el 18 % de los caficultores en Chiapas accede a crédito formal¹⁷), falta de garantías, altos costos financieros y limitada oferta adaptada al ciclo productivo agrícola. Pero las soluciones existen, y están emergiendo. Desde garantías públicas y fintechs rurales, hasta SPG y cooperativas bien estructuradas, el ecosistema está comenzando a alinearse hacia una nueva etapa de inclusión y sostenibilidad financiera. 

La biodiversidad se cuida con conocimiento, con acción y con confianza. En Chiapas, los cafetales de sombra y las manos que los cultivan nos recuerdan que cada peso invertido en sostenibilidad es una semilla de futuro. Este trabajo nos enseña que las finanzas pueden ser una herramienta de cuidado. 

Desde Fundación Capital creemos que cuidar la biodiversidad también significa fortalecer la vida y los medios de quienes la protegen. Cada avance en inclusión financiera y sostenibilidad en el agro chiapaneco demuestra que es posible tejer puentes entre la conservación y el bienestar rural. Invitamos a quienes comparten esta visión a sumar esfuerzos: juntos podemos hacer que el financiamiento para la biodiversidad florezca en más territorios, impulsando comunidades resilientes, productivas y sostenibles. 

Este artículo se elaboró a partir del benchmarking realizado por Fundación Capital en el marco del proyecto BioFinCas, una iniciativa financiada por la Iniciativa Internacional de Protección del Clima (IKI) del Gobierno Alemán¹⁸.

Notas al pie:

  1. BioFinCas. Fundación Capital (Olarte, M). (2025). Benchmarking De Finanzas Verdes para el Café en México. Documento elaborado en el marco del proyecto BioFinCas, financiado por la Iniciativa Internacional de Protección del Clima (IKI) del Gobierno Alemán.  
  2. PNUD–BIOFIN (2022). Plan Nacional de Financiamiento para la Biodiversidad en México
  3. SHCP–CNBV (2023). Taxonomía Sostenible de México
  4. CNBV (2020). Estrategia Nacional de Finanzas Sostenibles
  5. INECC (2022). Estudio de política fiscal y ambiental en México
  6. Gobierno de Chiapas (2019). Plan Estatal de Desarrollo 2019–2024
  7. Congreso del Estado de Chiapas (2020). Reforma a Ley de Hacienda Pública Estatal. 
  8. HeribertoAguilar.org (2025). Programa Cosechando Soberanía
  9. FIRA (2023). Informe sobre financiamiento agrícola en Chiapas
  10. Tzeltal-Tzotzil (2023). Sistema Participativo de Garantía – Chiapas
  11. FIRA (2023). Programa FONAGA y garantías para productores sociales
  12. Verqor (2024). Modelo de crédito en especie y resultados
  13. Root Capital (2022). Impact Report: Latin America Portfolio
  14. FMCN (2022). Reporte de inversiones en agroforestería
  15. GIZ México (2023). Opciones para créditos de biodiversidad
  16. CONAFOR (2021). Evaluación del programa de PSA 2010–2020
  17. Instituto de Recursos Mundiales (WRI México) (2024). Tokenización de servicios ecosistémicos
  18. FIRA (2023). Estadísticas de acceso al crédito agrícola en Chiapas

El pasado 28 de octubre de 2025, la Interfaz IKI en México reunió a actores clave del sector ambiental, agrícola y forestal en el Intercambio Técnico “Reforestación y Agricultura Sostenible en México”, un espacio de diálogo virtual orientado a fortalecer la cooperación entre proyectos, instituciones y comunidades que trabajan por una producción libre de deforestación en el país.

Durante la inauguración, Toa Loaiza Lange, asesora del Ministerio Federal de Medio Ambiente, Conservación de la Naturaleza, Seguridad Nuclear y Protección del Consumidor de Alemania (BMUKN), destacó la importancia de los bosques como sumideros de carbono y el papel de las prácticas agroecológicas para compatibilizar productividad y conservación.

Posteriormente, Javier Arribas Quintana, Ministro Consejero de la Delegación de la Unión Europea en México, presentó el Reglamento de Productos Libres de Deforestación (EUDR), resaltando los desafíos y oportunidades que este marco regulatorio representa para las cadenas productivas nacionales. Como insumo complementario, se pusieron a disposición los resultados del EU Climate Dialogue (EUCD) 2024 sobre implicaciones y recomendaciones para el cumplimiento del EUDR en México.

El primer panel del intercambió reunió a representantes de Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), Comisión Nacional Forestal (CONAFOR) y de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), quienes compartieron los avances institucionales en la implementación de la EUDR, así como los retos para fortalecer la gobernanza forestal y los mecanismos de trazabilidad en el territorio. Las intervenciones coincidieron en la necesidad de alinear los instrumentos de política pública con las dinámicas locales y de generar capacidades técnicas para acompañar a los productores en esta transición.

Posteriormente, se presentaron dos experiencias que ejemplifican cómo la cooperación internacional impulsa soluciones innovadoras en campo. Camila Hernandez compartió aprendizajes del Proyecto Grandes Bosques de Mesoamérica, enfocado en conservación productiva y fortalecimiento comunitario. Además, se invitó a sumarse a la Comunidad de Aprendizaje EUDR, impulsada por PROMECAFE, el programa regional REDD+ Landscape III (financiado por la Unión Europea e implementado por la GIZ) y COSA.

A su vez, Alejandra Mosig, de la organización mexicana Nuup, presentó el proyecto IKI DigiDeFree, que desarrolla herramientas digitales para mejorar la trazabilidad y facilitar el cumplimiento del reglamento europeo en cadenas agrícolas con pequeños productores.

Uno de los momentos más enriquecedores del encuentro fue la actividad de mapeo colaborativo, donde las y los participantes identificaron buenas prácticas, obstáculos y oportunidades de articulación para avanzar hacia una agricultura libre de deforestación. El ejercicio permitió visibilizar experiencias exitosas en trazabilidad, acompañamiento técnico y coordinación interinstitucional, así como la urgencia de fortalecer la integración entre los sectores productivo, ambiental y tecnológico.

El taller cerró con la participación de Iris Jiménez, representante de la Unidad Coordinadora de Asuntos Internacionales de SEMARNAT, quien subrayó el valor de estos espacios de cooperación para transformar el conocimiento compartido en acciones concretas en territorio.

Este intercambio reafirmó la importancia de conectar el trabajo institucional con las realidades locales y demuestra que la colaboración entre gobiernos, cooperación internacional y sociedad civil es esencial para alcanzar una producción sostenible, justa y libre de deforestación.

El cambio climático exige una acción multinivel. Si bien las políticas nacionales establecen los marcos regulatorios generales, los gobiernos subnacionales (estatales y municipales) son los que aplican los programas de gestión del territorio, transporte, energía y residuos; regulan el uso de suelo y la protección de ecosistemas locales y responden de manera directa ante los impactos climáticos (inundaciones, sequías, huracanes, incendios, etc.).

En este sentido, las legislaturas estatales tienen la capacidad de adaptar el marco jurídico federal a las condiciones ambientales, económicas y sociales de su territorio, fortaleciendo así la eficacia de las políticas públicas.

De aquí la relevancia de establecer estos diálogos climáticos en materia con actores clave a nivel subnacional; ya que estos son el frente más cercano a la acción.

Créditos: GIZ México – Fernanda Sotelo

Créditos: GIZ México – Fernanda Sotelo

En este contexto, el 13 de octubre de 2025 se llevaron a cabo los Diálogos Climáticos junto con la Red de Legisladores Estatales para el Cambio Climático RELECC, evento organizado por la Embajada de Alemania en México en colaboración con la Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit (GIZ) en México a través del proyecto IKI, Alianza Mexicana-Alemana de Cambio Climático.

El objetivo de los Diálogos Climáticos fue generar, a través del diálogo, una visión y posicionamiento comunes para abordar los desafíos de la Resiliencia Justa Subnacional (RJS), así como explorar las oportunidades de participación que representa la iniciativa CHAMP (Coalición de Asociaciones Multinivel de Alta Ambición para la Acción Climática) dentro de la agenda climática subnacional global.

La Resiliencia Justa Subnacional (RJS) reconoce la interrelación entre las crisis del cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la degradación de los ecosistemas, las cuales afectan de manera desproporcionada a las personas que menos han contribuido a estos problemas y que cuentan con menos recursos para adaptarse.

Por su parte, la iniciativa CHAMP busca fortalecer la cooperación entre gobiernos nacionales y subnacionales en la planificación, financiamiento, implementación y monitoreo de estrategias climáticas, promoviendo una acción climática más coordinada y efectiva.

En el panel de bienvenida participaron el Excelentísimo Embajador de la República Federal de Alemania en México, Clemens von Goetze; la presidenta de la Red de Legisladores por el Cambio Climático (RELECC), María Isabel Ortiz Mantilla; el coordinador del Clúster Clima de la GIZ, Philipp Schukat; y la coordinadora del proyecto Alianza Climática IV de la GIZ México, Ana Lorena Gudiño Valdez.

Posteriormente, Jordan Harris, director ejecutivo de Regions4, profundizó en el concepto de RSJ, destacando que los gobiernos subnacionales tienen un papel clave para promover una resiliencia equitativa al adaptar las políticas nacionales a las realidades locales. Su cercanía con las comunidades les permite integrar conocimientos tradicionales y fortalecer la gobernanza multinivel, alineando sus acciones con el Acuerdo de París y los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Más adelante, Luis Jesús Ruiz Peña, experto en la iniciativa CHAMP, Town Hall COP y secretario técnico de ICLEI, presentó los avances de esta coalición, impulsada por la Presidencia de la COP28 en Dubái y firmada por 72 países durante dicha cumbre. Hasta febrero de 2025, un total de 75 naciones, entre ellas México, han respaldado oficialmente CHAMP.

Finalmente, se llevaron a cabo tres mesas de trabajo en las que se identificaron retos y oportunidades vinculados con la implementación de CHAMP y el fortalecimiento de la Resiliencia Justa Subnacional. Los resultados de estas mesas se integrarán en un documento preparatorio rumbo a la COP30, con el propósito de generar un punto de acuerdo que pueda ser impulsado dentro de las agendas legislativas estatales.

Estos Diálogos Climáticos reafirman el valor de la acción colaborativa entre niveles de gobierno y la importancia de construir, desde lo local, soluciones sostenibles que fortalezcan la resiliencia y la ambición climática global.

El pasado 18 de agosto el Parque Nacional El Veladero de Acapulco fue el escenario de la Primera Sesión Ordinaria 2025 de la Comisión Interinstitucional de Cambio Climático del Estado de Guerrero (CICCG) y el Primer Taller Presencial del Proceso de Elaboración de la Estrategia Estatal de Cambio Climático de Guerrero (ECCG). 

Este encuentro marca un hito en la construcción de la política climática del estado, al reunir a representantes del Congreso, el Gobierno Estatal, la cooperación internacional y diversos sectores sociales y productivos en un esfuerzo conjunto por enfrentar los retos del cambio climático. 

En la sesión inaugural, participaron autoridades como el Lic. Jesús Eugenio Urióstegui García, Presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado, y la Diputada Obdulia Naranjo Cabrera, Presidenta de la Comisión de Recursos Naturales, Desarrollo Sustentable y Cambio Climático. Por su parte, el Secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Dr. Ángel Almazán Juárez, destacó la importancia de esta primera sesión, subrayando que “es indispensable que Guerrero cuente con una Estrategia Estatal de Cambio Climático que identifique riesgos, fortalezca capacidades y defina rutas claras de adaptación y mitigación”. 

La Dra. Ana Lorena Gudiño, Coordinadora de la Alianza Mexicana-Alemana de Cambio Climático de la Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit (GIZ) GmbH (Cooperación Técnica Alemana), enfatizó la relevancia de la cooperación internacional para fortalecer la acción climática a nivel subnacional: “La elaboración de esta estrategia no solo aportará diagnósticos y planes, sino que también consolidará la participación activa de múltiples sectores, garantizando soluciones más resilientes y sostenibles para la población guerrerense”. 

El taller técnico permitió a más de 80 actores estratégicos discutir prioridades y generar insumos para el diseño de la Estrategia Estatal. Las mesas de trabajo abordaron temáticas clave en mitigación (energía, transporte, residuos, procesos industriales y sector AFOLU) y en adaptación (sector social, seguridad alimentaria, biodiversidad, agua e infraestructura estratégica). 

Este proceso se enmarca en la consultoría técnica liderada por el equipo de especialistas de IDOM, que acompañará al estado en la elaboración del inventario de emisiones, diagnósticos de vulnerabilidad y capacidades, así como en la identificación de medidas de adaptación y mitigación. Los resultados se integrarán en la futura Estrategia Estatal de Cambio Climático (ECCG) y el Programa Estatal de Acción ante el Cambio Climático de Guerrero (PEACCG). 

La Comisión acordó como siguientes pasos la instalación de su Consejo Consultivo, la elaboración del Reglamento Interno y la convocatoria a la Segunda Sesión Ordinaria, prevista para noviembre de 2025. 

Con este paso, Guerrero avanza con firmeza hacia la construcción de una agenda climática integral, apoyada en la cooperación multiactor y el compromiso político, abriendo el camino hacia un futuro más resiliente y con menores emisiones. 

Como parte de la 88ª Convención Bancaria de la Asociación de Bancos de México (ABM), se llevó a cabo la firma de la actualización del Protocolo de Sostenibilidad de la Banca, un hito para la integración estructural de criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ASG) en el sistema financiero mexicano y una herramienta clave que refuerza el compromiso del sector financiero con el desarrollo sostenible de México.  

Esta iniciativa contó con el respaldo técnico de la Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit (GIZ) GmbH (Cooperación Técnica Alemana) a través del proyecto IKI Alianza Mexicana-Alemana de Cambio Climático IV y del proyecto Financiamiento para la Acción Climática en México (FINACC). 

Con la actualización del protocolo se van a incorporar criterios ASG (ambientales, sociales y de gobernanza), alineándolo con los marcos, estándares e iniciativas nacionales e internacionales más relevantes, y facilitando su socialización con actores clave del sistema financiero mexicano. 

Las adecuaciones llegan en un momento estratégico, en un contexto de una creciente demanda por parte de inversionistas, reguladores y la sociedad por prácticas sostenibles. El Protocolo permitirá a la banca mexicana impulsar proyectos de desarrollo sustentable, mitigar riesgos climáticos y ambientales, promover la inclusión social y la igualdad de género, reforzar su competitividad a nivel internacional y acelerar la transición hacia una economía más verde, resiliente e incluyente. 

En el evento, Lorena Gudiño Valdez, coordinadora del proyecto Alianza Mexicana-Alemana de Cambio Climático IV, reconoció el esfuerzo colectivo detrás de la actualización del Protocolo y el compromiso de la ABM por incorporar prácticas alineadas con los más altos estándares internacionales. Destacó que esta herramienta ofrece una ruta clara para fortalecer el rol de la banca como agente de transformación hacia un modelo económico más resiliente, incluyente y sostenible. 

Para nosotros ha sido un privilegio apoyar en la actualización del Protocolo. Vemos en él una hoja de ruta clara para que la banca incorpore lineamientos y buenas prácticas que impulsen las finanzas e inversiones sostenibles tomando como referencia buenas prácticas y tendencias locales e internacionales que posicionen al gremio como un catalizador hacia un modelo económico más inclusivo y responsable”, afirmó Gudiño. 

El protocolo actualizado incorpora elementos clave como el impulso a proyectos alineados con la Taxonomía Sostenible de México, el fortalecimiento de la cultura inclusiva con enfoque de igualdad de género, y la promoción de los Derechos Humanos dentro del sector financiero. 

La ABM reportó que el 96% de los activos bancarios ya cuentan con un área específica de sostenibilidad; el 92% evalúa riesgos ambientales y sociales en sus procesos de crédito, y el 88% ha integrado estrategias ASG. 

Además, se reiteró el avance logrado en colaboración previa entre GIZ, ABM y PNUD para la reconstrucción resiliente de Acapulco, derivando en una guía práctica con criterios de adaptación climática aplicables a destinos turísticos vulnerables.  

Gudiño Valdez aprovechó el espacio para destacar que hace un año estuvimos en la convención bancaria firmando la colaboración con PNUD y ABM para la reconstrucción más resiliente de Acapulco. Hoy en día, se cuenta con una Guía de reconstrucción que incluye criterios de adaptación a la infraestructura y adaptación basada en ecosistema la cual busca contribuir a una mayor resiliencia retomando las lecciones aprendidas del huracán Otis y que se pueden replicar en otros destinos de sol y playa, para así mejorar la capacidad de respuesta del sector bancario frente a desafíos climáticos y ambientales.” 

La GIZ México refrenda así su compromiso con la transformación sostenible del sector financiero, acompañando con asistencia técnica, conocimiento especializado y cooperación multiactor las iniciativas que colocan a la sostenibilidad como eje central del desarrollo. 

Visita a la Sociedad Cooperativa de Producción Pesquera «Manuel Cepeda Peraza». Créditos: GIZ México. 

El pasado 29 de marzo, una delegación de alto nivel integrada por representantes de tres ministerios del Gobierno Alemán visitó las instalaciones de la Sociedad Cooperativa de Producción Pesquera “Manuel Cepeda Peraza” en Río Lagartos para conocer su experiencia en el desarrollo del proyecto para un sistema de producción de hielo y enfriamiento con energía solar, como un esfuerzo para mejorar sus medios de vida, reducir el impacto ambiental y aumentar su resiliencia ante el cambio climático. Al encuentro se sumaron las autoridades del sector, organizaciones locales e internacionales, coincidiendo en una visión común para acciones climáticas en el sector de pesca artesanal. Esta reunión marca el inicio de una ruta para la estrategia de escalamiento de las intervenciones, apoyada por el proyecto IKI Alianza Mexicana-Alemana de Cambio Climático Fase IV de la Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit (GIZ) GmbH (Cooperación Técnica Alemana).

Acompañaron la visita, representantes del Ministerio Federal de Medio ambiente, protección de la naturaleza, seguridad nuclear y protección al consumidor (BMUV); Ministerio Federal de Economía y protección del clima (BMWK), de la Iniciativa Internacional del Clima (IKI), así como la embajada alemana y la Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit (GIZ) GmbH (Cooperación Técnica Alemana). Asistieron también de la Coordinación General de Operación y Estrategia Institucional de la Comisión Nacional de Pesca (CONAPESCA), de la Secretaría de Pesca y Acuacultura Sustentables (SEPASY) de Yucatán, de la Secretaría de Desarrollo Sustentable (SDS) de Yucatán. También organizaciones locales que trabajan en la sostenibilidad en la región: Comunidad y Biodiversidad (COBI), Sureste Sostenible; y organizaciones del sector cooperativo, la Federación Pesquera del Oriente de Yucatán y la Confederación Mexicana de Cooperativas de Pesqueras y Acuícolas (CONMECOOP), así como del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

Durante la jornada, se presentó el proyecto Hielo Solar, una iniciativa que apuesta por el uso de energía solar para la producción de hielo, esencial para conservar el producto pesquero, reducir costos y mejorar las condiciones de trabajo en comunidades costeras. Este proyecto innovador en el ámbito energético cuenta con el apoyo del Programa de Pequeñas Donaciones (PPD) del PNUD, el Instituto Nacional de la Economía Social (INAES), la asesoría técnica de la Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit (GIZ) GmbH (Cooperación Técnica Alemana), el Instituto de Energías Renovables (IER-UNAM) y la organización Impact Blue. La propuesta busca fortalecer la autonomía de las cooperativas pesqueras frente a los desafíos ambientales y económicos actuales. La visita tuvo un carácter colaborativo y estratégico, reuniéndose autoridades mexicanas y alemanas, representantes de la sociedad civil y del sector pesquero, para discutir los retos del cambio climático, el futuro de la pesca sustentable y las oportunidades de cooperación internacional. Este espacio permitió encontrar objetivos comunes para trazar una ruta para la réplica del modelo en otras regiones del país.

Posteriormente, los participantes recorrieron las instalaciones de la cooperativa, donde conocieron de primera mano los avances técnicos, sociales y organizativos del proyecto. Se visualizó el espacio donde se instalarán los equipos de generación de hielo con energía solar, al tiempo que se compartieron los aprendizajes alcanzados por el comité de gestión local.

«Es muy importante para nosotros los pescadores del estado de Yucatán, que es una región muy vulnerable por los huracanes, contar con este tipo de tecnologías para cuidar el medio ambiente y no afectar el clima global, como el recalentamiento del agua, que nos permita la pesca sustentable para beneficio de nuestras familias». 

Romel Alcocer de la Federación Pesquera del Oriente de Yucatán.

 

Cambio climático y vulnerabilidad pesquera

Uno de los puntos más relevantes de la jornada fue la reflexión conjunta sobre la vulnerabilidad de las comunidades pesqueras artesanales ante el cambio climático. En zonas costeras como Río Lagartos, el aumento en la temperatura del mar, la acidificación, los fenómenos meteorológicos extremos y la pérdida de biodiversidad están teniendo impactos severos sobre los recursos marinos y las condiciones de pesca. Esta realidad agrava la incertidumbre económica de las cooperativas, que ya enfrentan desafíos estructurales como acceso limitado a tecnologías, fluctuaciones del mercado, falta de infraestructura de frío y ausencia de financiamiento. En ese sentido, el proyecto Hielo Solar no solo representa una mejora tecnológica, sino una herramienta clave de adaptación climática y fortalecimiento de la resiliencia comunitaria.

Además de los beneficios técnicos y ambientales, la iniciativa genera valor social al fortalecer la organización interna de la cooperativa, promover el liderazgo local y construir capacidades para una toma de decisiones más autónoma e informada.

Visita a la Sociedad Cooperativa de Producción Pesquera «Manuel Cepeda Peraza». Créditos: GIZ México. 

Hacia una transformación replicable

La visita culminó con un recorrido en lancha por los manglares de la zona, donde se destacó la riqueza ecológica del territorio y el compromiso de la cooperativa con su protección. El intercambio dejó claro que este tipo de experiencias pueden ser el punto de partida para una transformación a mayor escala del sector pesquero artesanal en México, si cuentan con el respaldo institucional y financiero necesario.

Con apoyo de aliados nacionales e internacionales, el proyecto Hielo Solar se consolida como un ejemplo de acción climática local con visión global, y como una inspiración para otras comunidades costeras que enfrentan los mismos retos.

Visita a la Sociedad Cooperativa de Producción Pesquera «Manuel Cepeda Peraza». Créditos: GIZ México. 

 

El 11 de septiembre se llevó a cabo un evento para la creación de la red «JuventudESS por las Finanzas Sostenibles y Solidarias», un proyecto impulsado por el Instituto Nacional de la Economía Social (INAES), la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), la Secretaría de Economía Agenda 2030, el Instituto Mexicano de la Juventud (IMJUVE), la Cooperación Técnica Alemana (GIZ en México), a través del proyecto Alianza Climática y organizaciones alemanas como Sparkassenstiftung y Friedrich-Ebert Stiftung. 

Panel Inaugural red «JuventudESS por las Finanzas Sostenibles y Solidarias». Créditos: GIZ México: Itzel Alcérreca. 

Este esfuerzo forma parte de un curso intensivo de finanzas sustentables y solidarias, al que asistieron 100 juventudes seleccionadas mediante una convocatoria del INAES. La iniciativa busca fomentar una red de juventudes comprometidas con las finanzas sostenibles, fortaleciendo su capacidad para enfrentar los desafíos del cambio climático y la inclusión financiera. 

Clarissa Heisig, Consejera Política de la Embajada de Alemania en México, dio un breve mensaje durante la inauguración, resaltando la relevancia de la colaboración internacional en proyectos que involucran juventudes y su rol fundamental en las finanzas sostenibles. Destacó: “Desde el gobierno alemán, buscamos la participación intergeneracional que brinde oportunidades para visibilizar y fortalecer capacidades en temas de resiliencia y financiamiento climático. Este esfuerzo conjunto para integrar a las juventudes en las finanzas sostenibles es clave para construir un futuro más justo y sostenible”. 


Panel Inaugural. Créditos: GIZ México – Itzel Alcérreca. 

 

Este evento forma parte de un amplio esfuerzo colaborativo entre México y Alemania, que marca el inicio de una red que continuará trabajando por la integración de las juventudes en las finanzas sostenibles, contando con el apoyo de GIZ y sus aliados. A través de estos esfuerzos conjuntos, se sigue construyendo un futuro más resiliente y equitativo.