La transición energética requiere modelos energéticos justos, resilientes y sostenibles, y estos pueden ser impulsados desde la cooperación multiactor 

En este contexto, del 19 al 23 del mayo, se llevó a cabo el Curso de Microrredes organizado por la Alianza Mexicana-Alemana de Cambio Climático IV y la Alianza Energética entre México y Alemania, ambos programas implementados por la Deutsche Gesell­schaft für Internationale Zusammenarbeit (GIZ) GmbH (GIZ en México) por encargo del Ministerio Federal Alemán de Economía y Energía (BMWE por sus siglas en alemán). 

Este espacio formativo reunió a profesionales del sector público, técnicos regulatorios y organizaciones sociales comprometidas con un modelo energético más justo, resiliente y sostenible. 

En sus palabras de bienvenida, el Dr. José María Valenzuela Robles, Director General de Desarrollo Tecnológico y Acceso a la Energía,  señaló que las microrredes son un mecanismo de interés en el marco de acciones de justicia energética a cargo de la Secretaría de Energía (SENER). 

Durante cinco días de trabajo híbrido, las personas participantes fortalecieron sus capacidades técnicas, financieras y regulatorias para el desarrollo de microrredes eléctricas basadas en energías renovables. A través de una metodología teórico-práctica, el curso ofreció herramientas clave para la planeación, operación y evaluación de estos sistemas, con especial énfasis en su potencial para: 

  • Mejorar el acceso a energía sostenible en comunidades marginadas. 
  • Promover la resiliencia energética ante crisis climáticas o fallas en la red central. 
  • Contribuir a la mitigación del cambio climático mediante tecnologías limpias. 
  • Incluir enfoques de uso productivo de la energía y perspectiva de género. 

Acorde al Banco Mundial, mediante su “Programa de Asistencia para la Administración del Sector Energético”, las microrredes son pequeños sistemas energéticos capaces de suministrar electricidad a comunidades específicas, generalmente alejadas de los grandes centros urbanos y pueden ayudar a reducir la brecha energética. 

Este curso se llevó a cabo en un contexto en el que el sector de las microrredes en México se encuentra en una etapa inicial de desarrollo, pero con un creciente interés por parte de actores públicos y sociales. Tal es el caso de la incorporación del concepto de Justicia Energética en la política energética nacional y en las acciones recientes de instituciones como la SENER y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), orientadas a atender la pobreza energética. Así como distintos esfuerzos locales de organizaciones comunitarias y sociales que buscan resolver problemáticas relacionadas a energía en sus pueblos y comunidades y a partir de proyectos con energías renovables. En este escenario, fortalecer capacidades técnicas resulta clave para acompañar el avance de soluciones descentralizadas como las microrredes, que podrían desempeñar un papel relevante para el fortalecimiento del sistema eléctrico nacional. 

De esta forma, se reafirma el compromiso por facilitar espacios de aprendizaje multisectorial que fortalezcan las políticas públicas climáticas y energéticas de México. El éxito de este curso refleja el valor de la cooperación internacional y el trabajo conjunto por una transición energética justa e inclusiva.