La Asociación de Bancos de México (ABM) y la Alianza Mexicana Alemana de Cambio Climático de la Cooperación Alemana al Desarrollo Sustentable (GIZ), impulsaron el primer ejercicio piloto de un marco de reporteo para la contabilización del financiamiento verde en febrero de 2020.

Este ejercicio tuvo tres objetivos principales:

  1. Identificar la situación actual del financiamiento verde en la banca mexicana y el financiamiento dirigido a proyectos verdes durante 2018.
  2. Realizar un ejercicio armonizado de contabilidad de financiamiento verde bajo criterios comunes y prácticos.
  3. Comprobar las prácticas actuales de levantamiento de información y clasificación del financiamiento verde al interior de los bancos.

Para realizar el ejercicio, se definieron 11 actividades dentro de seis sectores económicos para hacer la contabilización del financiamiento.

Los resultados indicaron que más de la mitad del financiamiento verde fue dirigido hacia proyectos de energía limpia, en segundo lugar, se posicionó la construcción de edificios sostenibles certificados, y en tercer lugar los proyectos sostenibles de agricultura, como se observa en la siguiente gráfica.

Financiamiento verde total por sector en 2018

 

De este ejercicio se desprenden varias lecciones, entre ellas:

  1. Se requiere más coordinación interna entre las áreas involucradas.
  2. Es necesario fortalecer las capacidades actuales y, a futuro, contar con más capacidades de reporteo.
  3. Contar con sistemas de información ad hoc, lo cual fortalecerá el proceso de reporteo de la taxonomía.
  4. Realizar periódicamente el ejercicio de levantamiento de información para el reporteo de los flujos de financiamiento verde, lo cual permitirá observar el crecimiento del enverdecimiento de la economía mexicana.
  5. Se recomienda añadir después más criterios climáticos y de sustentabilidad ambiental, como el grado de transición hacia una economía circular y que al cumplir alguno de los criterios no debe de dañar significativamente la consecución de los otros. De esta manera, se podrá avanzar hacia la armonización del financiamiento verde en México con las mejores prácticas internacionales.

El desarrollo y operación de una taxonomía de finanzas verdes en México está muy cerca, pues la banca mexicana está tomando pasos concretos para operarla en las mejores condiciones.