Desde 2022, el proyecto Coaliciones Urbanas Transformadoras ha promovido con éxito nuevos modelos de gobernanza urbana en León, Guanajuato, y Naucalpan, Estado de México, a través de dos laboratorios urbanos que impulsan transformaciones urbanas inclusivas y sostenibles mediante la colaboración entre representantes de los sectores público, academia, sociedad civil e iniciativa privada para abordar el cambio climático, fortalecer la resiliencia y reducir desigualdades.

Laboratorio urbano de León: corresponsabilidad entre sectores en la toma de decisiones. Créditos: WRI México. 

 

En su primera fase, el proyecto ha logrado la consolidación de un modelo de corresponsabilidad entre sectores en la toma de decisiones, la creación de espacios neutrales para construir acuerdos, el fortalecimiento de capacidades locales y el empoderamiento de liderazgos comunitarios, especialmente de mujeres, mediante la promoción de su participación en temas ambientales.

Los laboratorios urbanos promueven enfoques prácticos y la experimentación mediante metodologías de co-creación, permitiendo a los participantes desarrollar una visión de transformación urbana hacia 2030 y planes de acción para mitigar emisiones y adaptar las ciudades a los efectos del cambio climático. Algunas de dichas acciones se materializaron en el territorio mediante la ejecución de intervenciones tácticas de fácil implementación, temporales y bajo costo para probar y mostrar de forma inmediata su impacto.

Sesiones de los laboratorios urbanos de León y Naucalpan. En las fotos se observan diferentes actividades y dinámicas de co-creación. Créditos: WRI México. 

En León, estas actividades demostrativas incluyeron la creación de espacios peatonales seguros, el fomento a la movilidad ciclista, la recuperación de áreas verdes degradadas con acciones de infraestructura verde y el impulso de un barrio cero residuos mediante talleres comunitarios de reciclaje y huertos.

En Naucalpan, se implementaron un parabús ecológico, un jardín de lluvia en las riberas de un río y se generaron zonas con sombra en espacios públicos. Además, se estableció un punto verde de reciclaje y se realizaron capacitaciones comunitarias para una mejor gestión de residuos.

Las iniciativas impulsadas por las personas de los laboratorios urbanos reflejan una amplia diversidad de perspectivas y metas orientadas al beneficio común que permiten catalizar beneficios sociales y ambientales para lograr transformaciones urbanas que contribuyan a las estrategias de descarbonización. En este sentido, la segunda fase del proyecto busca replicar el modelo de gobernanza participativa en otras zonas e influenciar las políticas de planeación para lograr un desarrollo más justo y resiliente.

Ejecución de las actividades demostrativas en las ciudades de León y Naucalpan. Créditos: WRI México. 

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