México tiene metas ambiciosas de protección al clima. Hasta 2020 el país quiere reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero 30% con respecto a su línea base y reducir la vulnerabilidad de sus poblaciones y ecosistemas. ¿Cómo alcanzar estas ambiciosas metas a nivel estatal? Eso fue tema del cuarto taller regional.
Después de una serie de tres talleres regionales exitosos que comenzó en febrero de este año, siete estados mexicanos, la Secretaría de Medio Ambiente y de Recursos Naturales (SEMARNAT), el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC) y la Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit (GIZ) GmbH se reunieron por cuarta vez para discutir sobre la implementación de acciones a nivel estatal que permitan alcanzar las metas nacionales. El objetivo del taller fue promover la construcción y el fortalecimiento de capacidades institucionales de las entidades en cuanto a la elaboración de Programas de Cambio Climático. El documento Elementos Mínimos para la elaboración de Programas de Cambio Climático de las Entidades Federativas sirvió como insumo. Según la Ley General de Cambio Climático (LGCC) de 2012 los estados mexicanos tienen que realizar Programas Estatales de Cambio Climático (PECC). Los Elementos Mínimos apoyan en una mejor comparación y sistematización de los programas.
Diseño político: ¿Qué medidas?
Cuándo se realizan programas estatales de cambio climático, los tomadores de decisión están interesados sobre todo en conocer cuáles son los retos específicos y cómo enfrentarlas con medidas concretas. Los retos climáticos en el estado del norte Chihuahua, que afronta sequías y hondas de calor, se distinguen fundamentalmente de aquéllos en Chiapas, el estado más al Sur de las 32 entidades federativas mexicanas, dónde las inundaciones juegan un papel importante. Además los perfiles de emisiones son muy diferentes ya que dependen de las actividades industriales y de la densidad de la población. Expertos de la SEMARNAT, del INECC y de GIZ presentaron cómo elaborar medidas políticas particulares al contexto y al estado en cuestión y cómo priorizarlas. En trabajos de grupo, separados por estado, se aplicaron las medidas de manera práctica para elaborar un diagnóstico robusto y relevante para elegir las medidas. Preguntas claves fueron entre otras: ¿Qué sectores en el estado están mayormente afectados? ¿Cuál es la fuente del problema y cuáles acciones exitosas ya se han realizado?
Mitigación: ¿Cómo controlar y medir?
Una medida bien definida se caracteriza por su carácter medible y controlable. Sólo bajo esta condición se puedan verificar en el cíclo político y medir sus efectos. Los Elementos Mínimos recomiendan un sistema de Monitoreo, Reporte y Verificación (MRV) para medidas de mitigación y un sistema de Monitoreo y Evaluación (M+E) para medidas de adaptación. En este sentido, la GIZ presentó el caso de éxito en el Estado de Veracruz. En diciembre 2015, Veracruz fue el primer estado mexicano en implementar un sistema de MRV y M+E con apoyo de GIZ.
Adaptación: ¿Cómo priorizar?
En el ámbito de la adaptación, medir y controlar los impactos resulta más difícil que en el caso de las medidas de mitigación. La razón es que las medidas son mucho más díficil de cuantificar, su éxito se ve sólo al largo plazo y su carácter multifactorial complica la medición. La medición de vulnerabilidad es compleja. Sin embargo, existen algunos sistemas de Monitoreo y Evaluación (M+E) que se presentaron a los participantes del taller. Además, practicaron en grupos de trabajo la aplicación de la Metodología para la Priorización de Medidas de Adaptación frente al Cambio Climático, elaborado por SEMARNAT y GIZ.
Lecciones aprendidas: Clave del éxito Cooperación
El programa de tres días fue apoyado por experiencias de otras acciones al respecto del clima. Fernando Camacho, Director de Estrategias de Cambio Climático de la Comisión Nacional de Areas Naturales Protegidas (CONANP), presentó un ejemplo en Marismas Nacionales, Nayarit, donde se protege las zonas costeras y los bosques de manglar con la ayuda de la población indígena. Ruth Reyena Camaño de la Secretaría de Desarrollo Sustentable del Estado de Nuevo León expuso la experiencia con un relleno sanitario en Monterrey en el cual se utiliza el metano emitido como bioenergía. En muchos proyectos el factor de éxito fue la cooperación y el diálogo con todos los actores involucrados. Un desafío central que queda en casi todos los estados es la falta de financiamiento. En este sentido, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que dedica 30% de sus medidas a la protección del clima, dio consejos prácticos.
El taller de tres días fue un paso importante hacia la implementación de la política nacional de cambio climático y tuvo lugar entre el 17 y 19 de Agosto 2016 en la Ciudad de México. El taller fue organizado por la SEMARNAT, el INECC y GIZ.
Agendas y minutas del taller:
Presentaciones del taller:
Fotos del taller: