La generación de residuos eléctricos y electrónicos (RAEE) en México se ha acrecentado de forma exponencial en los últimos años debido a diversos factores, entre ellos: los cortos ciclos de innovación, la poca cultura de reparación y reutilización, el bajo nivel de recolección y reciclaje, así como, la falta de responsabilidades claras para los fabricantes, distribuidores y autoridades.

México es el segundo generador de RAEE en América Latina, registrado una generación de 1.1 millones de toneladas en el año 2016, lo que equivale a 8.2kg/hab. De acuerdo con la Oficina de Información Científica y Tecnológica para el Congreso de la Unión (INCyTU 2018), del total de RAEE generados a nivel nacional, alrededor del 10% se recicla, 40% permanece almacenado en casas habitación o bodegas y el 50% restante es mandado a rellenos sanitarios.

A pesar de la importancia del problema, este país no cuenta con una normatividad específica enfocada en el reciclaje de basura electrónica. Con lo que se cuenta es con la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos (LGPEGIR), la cual define a los RAEE como residuos tecnológicos y los clasifica como residuos de manejo especial, por lo cual, los estados y municipios son los encargados de su prevención, transporte, almacenamiento, manejo, tratamiento y disposición final. Esta ley solo define la clasificación de los residuos, pero no asigna responsabilidades claras sobre su proceso de manejo y esto da apertura a un mercado informal.

De acuerdo con autoridades de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), sólo 8 de los 32 estados cuentan con normativas relacionadas con manejo de RAEE. Por otra parte, en México, a parte del gobierno local, el sector privado puede recolectar y manejar los RAEE.  En 2017, la SEMARNAT en conjunto con otras instituciones, identificó 153 empresas a nivel nacional con una capacidad autorizada de 235,859 toneladas de RAEE.

Por lo tanto, bajo este panorama, México no tiene la suficiente infraestructura formal para hacerse cargo de sus RAEE lo que fomenta la existencia de un sector informal en las principales ciudades del país del que poco se sabe.

Por lo anterior, la Alianza Mexicana Alemana de la Cooperación Alemana al Desarrollo Sustentable (IKI Alliance) se ha dado a la tarea de realizar un análisis del reciclaje de RAEE con énfasis en los aparatos de entretenimiento (televisiones, computadoras y celulares) con el objetivo de generar una serie de recomendaciones de política pública que permitan al gobierno mexicano aprovechar los esfuerzos existentes y con esto construir un sistema responsable que fomente el consumo sustentable de estos aparatos, así como su disposición adecuada al termino de su vida útil. Los resultados de este análisis serán presentados ante la SEMARNAT e instituciones relevantes del tema en noviembre del 2019.