Los indicadores juegan un papel crítico en los mecanismos de Monitoreo y Evaluación (M&E) de la implementación de medidas climáticas. Además de fomentar la transparencia, permiten justificar las inversiones en proyectos de adaptación al cambio climático como acciones eficaces y sostenibles.

En México, la Ley General de Cambio Climático (LGCC) reconoce en su artículo 27° que la política nacional de adaptación frente al cambio climático “se sustentará en instrumentos de diagnóstico, planificación, medición, monitoreo, reporte, verificación y evaluación”. Esto, con el objetivo de reducir la vulnerabilidad de la sociedad y los ecosistemas, así como fortalecer la resiliencia de los sistemas naturales y humanos frente a los efectos del cambio climático. Esta disposición resulta imprescindible para vislumbrar el avance que México ha tenido en el cumplimiento de las Contribuciones Determinadas a nivel Nacional (NDC) en materia de adaptación.

Los instrumentos de Monitoreo y Evaluación (M&E) además de facilitar el seguimiento al avance de los proyectos, funcionan como un mecanismo de transparencia y rendición de cuentas que resulta atractivo para tomadores de decisiones, tanto políticos como financieros. En este sentido, los gestores de proyectos de adaptación al cambio climático deben diseñar mecanismos de M&E con indicadores que faciliten conclusiones inequívocas sobre la forma en que las medidas de adaptación contribuyen a reducir las vulnerabilidades frente a las consecuencias del cambio climático.

La formulación de indicadores para el seguimiento y comprobación de los resultados de proyectos de adaptación presenta desafíos relacionados con incertidumbres sobre las consecuencias locales y regionales del cambio climático, el horizonte temporal de la variabilidad climática y la relación entre el cambio climático y otros aspectos sociales. Asimismo, dada la diversidad de contextos socioculturales, sociopolíticos y geográficos, no existe un indicador o lista de indicadores universales que permitan evaluar los resultados de la adaptación y fomentar su replicabilidad.

Por su parte, la  Deutsche Gesell­schaft für Internationale Zusammenarbeit  (GIZ) GmbH (Cooperación Alemana al Desarrollo Sostenible) desarrolló el Manual de seguimiento basado en resultados de proyectos de adaptación al cambio climático y en el 2014 un Repositorio de Indicadores de Adaptación, con el fin de ilustrar los posibles indicadores de adaptación y su contexto de aplicación. Asimismo, en México en enero de 2019 se brindó apoyo a la Dirección General de Políticas para el Cambio Climático (DGPCC) de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) para el diseño y definición de indicadores de adaptación al cambio climático en el marco de la Política Nacional de Adaptación (NAP, por sus siglas en inglés).

Créditos: GIZ. Repositorio de Indicadores de Adaptación (en inglés).

 

El éxito y transversalización de los proyectos de adaptación al cambio climático en la agenda de cooperación para el desarrollo reside en dos aspectos clave. Por un lado, en la capacidad de generar certidumbre con respecto a los resultados esperados de la intervención y, por otro, en la posibilidad demostrable de monitorear y evaluar los esfuerzos por reducir vulnerabilidades e incrementar la capacidad adaptativa de las poblaciones y los ecosistemas.