A través de una plataforma tecnológica se priorizan líneas de acción y actividades vinculadas a cambios estructurales en los modos de producción.

En un primer acercamiento con productores del sector privado, y representantes del sector agroalimentario a nivel nacional, se trabajó para identificar con lente climática prioridades que potencien un cambio estructural en la forma de producir los alimentos. La disponibilidad del agua, el valor de la biodiversidad y las implicaciones del cambio climático se abordan en tres documentos estratégicos que ayudan a identificar cómo contrarrestar las amenazas a las que la productividad agroalimentaria se enfrenta en la actualidad en nuestro país.

Más de 40 productores y representantes del sector viajaron desde sus regiones y unidades de producción rural el 27 de septiembre de 2018 a la Ciudad de México para trabajar en la materia. Ayudados por tecnología proporcionada por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (Tec de Monterrey), se identificaron categorías y prioridades que posibilitaran la selección de actividades y líneas de acción en los modos y medios de producción que actualmente utiliza el sector privado. El encuentro tuvo el objetivo de definir áreas de oportunidad en las que pueda haber cambios estructurales que contribuyan a lograr una producción sustentable climáticamente inteligente, garantizar la seguridad alimentaria y aumentar la competitividad.

 

La discusión se centró en cómo lograr un cambio hacia un enfoque sistémico en la forma de relacionarnos con el planeta y en la producción de alimentos. Llegando a la conclusión que para lograr esto se requiere de una ordenada coordinación interinstitucional e intersectorial, en la cual se alineen sinérgicamente las competencias, atribuciones y actividades de los actores públicos y privado.

 

Se tomaron como guía los contenidos de la Agenda de Cambio Climático y Producción Agroalimentaria (un trabajo construido por 38 instituciones del sector agro en el país coordinado por por la Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit [ GIZ] GmbH [Cooperación Alemana al Desarrollo Sustentable]  y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura [IICA] México; la Estrategia para la integración de la Biodiversidad en la Agricultura Mexicana (SAGARPA, 2018); y un estudio del agua en México de Centro Mexicano de Estudios del Agua A.C. Se revisaron los postulados para identificar puntos de intersección con las actividades de los representantes del sector privado, productores en los cuatro subsectores de producción de alimentos (agricultura, ganadería, pesca-acuacultura y silvicultura) y sus interacciones en la cadena de valor.

Se identificaron las barreras y los para lograr el cambio sistémico en la producción de alimentos su implementación en el contexto nacional. Se recalcó la importancia de la coyuntura actual de transición del país hacia un nuevo gobierno, la definición de nuevos arreglos y tratados comerciales internacionales. Bajo este contexto, se abrió un espacio para identificar de forma autoconstructiva cuáles acciones por subsectores podrían propiciar la integración de un visón para la producción agroalimentaria sostenible en el arreglo operativo, considerando las diferentes políticas públicas, los componentes programáticos, los acuerdos internacionales y las prioridades nacionales.

 

Finalmente, los participantes propusieron buscar colaboraciones futuras junto con los representantes de la iniciativa privada, los agentes públicos y los organismos de cooperación multilateral, con el fin de contribuir a lograr las metas internacionales en materia de cambio climático, conservación de los ecosistemas y sus recursos, a elevar la competitividad del sector, a reducir las amenazas que impone el cambio en el clima y las emisiones de gases de efecto invernadero de las actividades productivas.

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    Agenda de la sesión

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    EIBA

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    Síntesis Agenda Cambio Climático y Producción Agroalimentaria

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