El pasado 08 de diciembre de 2022, la Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit (GIZ) GmbH (Cooperación Alemana al Desarrollo Sustentable),en colaboración con el equipo consultor de Ricardo Energy & Environment, Carbon Trust y Öko-Institut, presentaron los resultados del estudio “Análisis de competitividad y mix de asignación para el SCE”. El objetivo fue comunicar a los sectores regulados participantes los hallazgos obtenidos del estudio de metodologías de asignación que contribuyan al cumplimiento de las metas para el Sistema de Comercio de Emisiones (SCE) de México y minimicen el riesgo de fuga de carbono.

La sesión virtual contó con la asistencia de más de 100 personas pertenecientes a cuatro sectores: generación de electricidad; cemento y cal; hierro y acero; y petróleo y gas.

El estudio tuvo por objeto la identificación del nivel de riesgo de competitividad de los sectores regulados, en función de la información proporcionada previamente por los involucrados sobre datos de producción, importaciones, exportaciones, emisiones de CO₂, entre otros. Esto permitió generar una perspectiva más amplia del contexto nacional y la identificación de posibles riesgos.

Determinar el grado de riesgo a la competitividad de los sectores regulados, tiene que ver con el concepto de riesgo de fuga de carbono, que se genera cuando la producción de una empresa se traslada de una jurisdicción en la que se ha establecido un precio para el carbono a otra donde el precio es más bajo o donde no se cuenta con este tipo de regulaciones.

La identificación del nivel de riesgo de fuga de carbono de los sectores permite diseñar mecanismos para proteger a estos sectores ante la implementación de un precio al carbono. Estos mecanismos de protección se ven reflejados, entre otros, a través de las metodologías de asignación de derechos de emisiones.

La asignación es la etapa en la cual la autoridad distribuye derechos de emisión a las empresas reguladas por el sistema, con base en el tope máximo de emisiones establecido. Cada unidad corresponde a una tonelada de CO2 (o su equivalente en otros GEI). Además de la asignación, las empresas participantes tienen la posibilidad de comercializar con estos derechos, creando un mercado de derechos de emisión que incentiva la búsqueda de la forma más eficiente de cumplir con el tope de emisiones.

Como parte de la determinación de viabilidad, el estudio evaluó los escenarios de asignación por benchmarking para diferentes sectores cubiertos por el SCE mexicano. La cantidad total de asignación gratuita que debe recibir cada instalación por benchmarking está determinada por la intensidad de emisiones de su respectivo sector o producto. El concepto de benchmark corresponde con los valores de referencia para las emisiones de gases de efecto invernadero, en tCO2, relativos a una actividad de producción, en otras palabras, un benchmark es una relación de la cantidad de emisiones asociados con una cantidad de actividad.

Los incentivos para reducir emisiones bajo este método dependen de indicadores de desempeño de la industria, de este modo, las instalaciones que sean altamente eficientes deben recibir todos o casi todos los derechos de emisión que necesitan para cumplir las obligaciones del SCE. Las instalaciones ineficientes tienen que hacer un mayor esfuerzo para cubrir sus emisiones con derechos de emisión, ya sea reduciendo las emisiones o comprando más derechos.

Este tipo de estudios brinda a la SEMARNAT elementos técnicos para el desarrollo de métodos de asignación del SCE que fomenten una reducción real de emisiones en el sector regulado, y una mitigación efectiva de GEI, ampliando con ello la eficacia de este instrumento de política climática.