El proyecto Integración de la Biodiversidad en la Agricultura Mexicana (IKI-IBA), implementado conjuntamente por la Cooperación Alemana al Desarrollo (GIZ) y la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (AGRICULTURA) tiene por objetivo reconocer e integrar el valor de la biodiversidad y los servicios de los ecosistemas en los instrumentos de toma de decisiones y planificación de los actores clave públicos y privados en el sector agrícola mexicano. Así, el proyecto contribuye a los Objetivos de Desarrollo Sostenibles 2, 12, 15 y 17.

En la lucha contra el hambre (2), se trabaja con pequeños productores agrícolas para mejorar su productividad y fomentar su acceso a mercados y cadenas de valor. Además, se promueve el desarrollo de mecanismos financieros que respeten al medio ambiente y aseguren la provisión de servicios ecosistémicos, en donde la aplicación de prácticas de producción agrícola amigables con la biodiversidad y el clima son clave para la producción sustentable y a largo plazo.

Productor de fresa mostrando su cosecha, Michoacán © Daniel de la Torre

Por otro lado, el proyecto promueve el desarrollo de instrumentos de gestión sostenible y la coordinación intersectorial además de distribuir información y conocimientos que favorecen el desarrollo sostenible (12).

Una de las alianzas para lograr los objetivos (17) es a partir de un estudio TEEB, en el cual se realizarán recomendaciones para la integración de la biodiversidad en los instrumentos de política y planeación del sector agrícola y se apoyará la coherencia de las políticas para el desarrollo sostenible.

También se adaptan e implementan metodologías aplicadas exitosamente a nivel internacional para fortalecer la capacidad de actores clave en la utilización de información sobre los efectos y las dependencias entre la agricultura (incluida la ganadería y la silvicultura) y la biodiversidad, para su integración en la agricultura.

El proyecto IKI IBA contribuye a los Objetivos de Desarrollo Sostenible al trabajar con el gobierno mexicano en el marco de un proceso que garantice la seguridad alimentaria y reduzca los impactos negativos en el medio ambiente, en la salud de las personas, y siente las bases de la adaptación al cambio climático.

Tierras labradas en la Barranca de Metztitlán, Hidalgo © Daniel de la Torre