Si bien la bicicleta es una herramienta que apoya al desarrollo equitativo, así como a la lucha contra el cambio climático, cabe preguntarse – ¿Qué clima enfrentan los o las ciclistas cada día en las vialidades y cómo apoyarlos en su movimiento sustentable?

Bajo la iniciativa Ciudades CiClim, pedaleando para un desarrollo bajo en carbono, cinco gobiernos locales y numerosos grupos de la sociedad civil llevaron a cabo una serie de entrevistas a más de 2,000 ciclistas en León, Hermosillo, Mérida, Morelia y Tlaquepaque.

 

Foto: GIZ CiClim. Encuestadora entrevistando a un ciclista en León, Guanajuato.

 

Los resultados muestran que una política de movilidad activa que logre atraer a más usuarias y usuarios de la bicicleta tiene un gran potencial de sostenibilidad y no sólo contribuye a ciudades más atractivas con menos emisiones, sino también al desarrollo social y económico:

Una vez ciclista, siempre ciclista: La frecuencia de uso de la bicicleta es muy alta, ya que en promedio 84% de las personas encuestadas usan la bicicleta por lo menos 5 días a la semana.

La bicicleta facilita el acceso a oportunidades económicas y educativas: Las personas usuarias de la bicicleta se trasladan mayoritariamente al lugar de empleo (76%), seguido de un lugar de compras (46%), lugar de ocio (38%) y finalmente a un lugar de estudios (17% en promedio).

La bicicleta apoya a la economía familiar: El promedio del salario mensual de las personas encuestadas es de $5,873 MXN, así que pueden realizar ahorros significativos en comparación con otros modos de transporte.

 

Foto: GIZ CiClim. Ciclista en Hermosillo, Sonora.

 

Los resultados permiten identificar a los gobiernos locales acciones prioritarias para mejorar las condiciones de movilidad de las personas usuarias de la bicicleta. Entre ellas, destaca la mejora de la seguridad vial y la provisión de infraestructura vial ciclista adecuada en todas las ciudades CiClim:

La falta de seguridad en el tráfico es la dificultad principal: identificada por un 48% de la población encuestada; El segundo reto es la falta de infraestructura vial ciclista adecuada, señalada como la principal por 21% de las personas encuestadas.

Ciclistas enfrentan colisiones y caídas de diferentes gravedades: el 33.8% de las personas encuestadas sufrieron una colisión o una caída en los dos últimos años; un período suficientemente corto para demostrar la constancia del riesgo vial entre ciclistas.

El Diagnóstico del Perfil Ciclista es una herramienta fundamental para proveer información clave y confiable sobre el uso de la bicicleta en una ciudad. Sus resultados proveen información valiosa tanto para gobiernos como organizaciones que quieran impulsar acciones que fomenten la movilidad en bicicleta en las ciudades. Se basa en una dimensión cualitativa que permite conocer, desde la perspectiva de las personas usuarias de la bicicleta, sus motivaciones para pedalear, su frecuencia de uso de la bicicleta, principales destinos, dificultades e incentivos para seguir moviéndose de forma sustentable.

 

Foto: IMPLAN Mérida. Bici-oficio en Mérida, Yucatán.

 

La herramienta se elaboró en el marco del programa “Protección del Clima en la Política Urbana de México” (CiClim) en cooperación con el Instituto de Políticas para el Transporte y Desarrollo (ITDP) y la iniciativa Ciclociudades. Los materiales están disponibles en la siguiente liga.

El programa CiClim es implementado por la Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit (GIZ) GmbH (Cooperación Alemana al Desarrollo Sostenible) y forma parte de la Iniciativa Internacional de Protección del Clima (IKI) del Ministerio Federal de Medio Ambiente, Protección de la Naturaleza y Seguridad Nuclear (BMU) de Alemania.

 

Más información:

Conozca los resultados detallados en la revista “Alcaldes de México“.

Consulta el iNUA Policy Brief “Solución: Ciclismo” del proyecto GIZ-SUTP