Para el 2030, tanto la población como los turistas aumentarán en San Miguel de Allende (Guanajuato), por lo cual se estima que incrementará al menos un 25% los costos de provisión de agua con respecto a la actualidad.

Sin embargo, la pregunta es ¿habrá suficiente agua potable para satisfacer las necesidades básicas? Según los estudios de Conagua, actualmente los acuíferos que proveen agua a esta ciudad patrimonio de la humanidad se encuentran sobreexplotados. En un futuro cercano, los escenarios de cambio climático estiman una disminución de lluvias en gran parte del año, lo cual podría afectar hasta un 14% de la recarga del acuífero.

Esto señala que, en un escenario tendencial, llegará un Día Cero como sucedió en Cape Town (Sudáfrica). En ese momento, la recarga del acuífero será menor de lo que se extrae y no habrá agua suficiente para la población, por que se deberá actuar de manera extrema.

 

 

Para evitarlo, el gobierno municipal de San Miguel de Allende ha puesto en marcha el Programa de Atención al Cambio Climático desde el mes pasado, arrancando en los ejidos Doña Juana y San Agustín Gonzalez,. Ellos han sido los primeros en iniciar la restauración de bosques y suelos en 83 hectáreas de semidesierto, mediante la reforestación de 19 mil plantas nativas y la formación de represas hechas a mano con piedras y mallas.

Asimismo, los ejidatarios de El Salitre y Los Torres han comenzado los preparativos para la rehabilitación de suelos en 550 hectáreas, como parte del convenio de Pago por Servicios Ambientales firmado entre el gobierno municipal, los ejidos beneficiarios y la Comisión Nacional Forestal (Conafor).

El objetivo de estas medidas de adaptación basadas en ecosistemas es reducir el riesgo de escasez de agua y erosión de suelos en el municipio y, de manera inmediata, generar empleos temporales para los pobladores sanmiguelenses, ante la crisis provocada por la COVID-19.

El programa es encabezado por el gobierno municipal de San Miguel de Allende con financiamiento y cooperación de diversos actores, entre ellos un desarrollador del sector inmobiliario-turístico, representantes ejidales de San Agustín Gonzalez, Doña Juana, Los Torres y El Salitre, la Conafor, y la asesoría técnica de la Deutsche Gesell­schaft für Internationale Zusammenarbeit  (GIZ) GmbH (Cooperación Alemana al Desarrollo Sustentable), así como de las organizaciones de la sociedad civil Salvemos al río Laja, GAIA, Cuerpos de Conservación de Guanajuato y, Vía Orgánica.