BioFinCas entra a la segunda parte del año 2025 con fuerza, visión y muchas manos trabajando juntas. Lo que comenzó como una apuesta por sistemas más sostenibles hoy se consolida como un proceso vivo, diverso y profundamente comprometido con el territorio.
Equipo de BioFinCas en el 2do Encuentro Internacional Rep.Dominicana. Créditos: BioFinCas.
El proyecto avanza en múltiples frentes, tejiendo conocimientos científicos con saberes locales, y convirtiendo la práctica cotidiana en base para decisiones de largo plazo. Se afinan análisis, se cruzan datos, se levantan diagnósticos en campo, pero también se abren espacios de reflexión comunitaria, se comparten historias en imágenes y se construyen nuevos lenguajes para contar lo que hacemos.
Este resto del año se respira energía de consolidación: equipos más articulados, productos estratégicos en marcha, herramientas digitales que ya empiezan a transformar el día a día de cooperativas y organizaciones, y una agenda de publicaciones que quiere salir al mundo a compartir lo que aprendemos.
Equipo de BioFinCas en el 2do Encuentro Internacional Rep.Dominicana. Créditos: BioFinCas.
Y mientras todo esto ocurre, algo aún más valioso se mueve por debajo: una nueva narrativa sobre el campo. Más resiliente, más justa, más consciente. Las ideas ya no son solo conceptos, están tomando forma en documentos clave, propuestas de política, acciones concretas y sobre todo, en la vida cotidiana de quienes están al centro de todo esto.
En el fondo, BioFinCas sigue siendo lo que ha sido desde el inicio, un laboratorio vivo de posibilidades. No se trata solo de prácticas agrícolas o políticas públicas, sino de relaciones, de confianza y de una visión común sobre lo que significa cuidar la tierra, a quienes la cultivan y a quienes vendrán después, por que nuestro compromiso es seguir caminando con la certeza de que sí es posible cultivar un futuro más justo y sostenible.
Equipo de BioFinCas en el 2do Encuentro Internacional Rep.Dominicana. Créditos: BioFinCas.