El Congreso mexicano aprobó el 20 de diciembre de 2013 una amplia enmienda constitucional que elimina el monopolio estatal en los sectores de petróleo, gas y energía. Empresas privadas nacionales y extranjeras pueden participar en la producción de petróleo y gas así como en la generación de energía.
A finales del 2014, la ley de industria eléctrica (LIE) se aprobó sobre la base de esta enmienda constitucional. La LIE establece un marco para la liberalización y la reestructuración del sector eléctrico. Además de abrir el mercado, establece metas ambiciosas para energías limpias en las cuales se enmarcan las energías renovables y la eficiencia energética. Estas deben, entre otras cosas, lograrse mediante la introducción de un sistema de cuotas para las energías renovables.
La Ley General de la Transición Energética (LTE) presentada al Congreso reemplazó las leyes promulgadas en el 2008. Ahora contienen medidas para promover la energía renovable y eficiencia energética, y se han revisado y ampliado como parte de la reforma energética.
El objetivo de la LTE es allanar el camino de México hacia una economía baja en carbono. La ley prescribe el establecimiento de objetivos a mediano y largo plazo para la energía renovable y la eficiencia energética así como los instrumentos normativos para alcanzarlos. Estos últimos incluyen mecanismos de apoyo, instrumentos de planificación y de financiación así como medidas destinadas a consolidar las instituciones:
• Eficiencia energética: además de objetivos vinculantes de reducción para las empresas, México alienta el etiquetado voluntario de los productos, sistemas, procesos y edificios de conformidad con las normas nacionales e internacionales y los compromisos voluntarios de las empresas de elevado consumo energético para reducir su consumo de energía. Además serán publicados los materiales de información y datos estadísticos en una plataforma nacional de información.
• Planificación Energética: Es una estrategia nacional para los objetivos relacionados con energías renovables, eficiencia energética y campos de acción para su consecución, así como programas especiales con medidas y proyectos concretos. Un programa de red inteligente está configurado para asegurar la modernización de las redes y mejorar las operaciones de la red. El potencial de las energías renovables se encuentra en un atlas que incluye datos e información sobre la infraestructura de red existente. Estos instrumentos tienen por objeto proporcionar a los inversores previsibilidad y certeza.
• Fondo de Energía Renovable y Eficiencia Energética: Financiación que se consigue mediante la provisión de fondos públicos.
• Fortalecimiento institucional: Los ministerios y las autoridades deben ser apoyados como órganos consultivos por un Instituto Nacional para la Energía y Energías Limpias y un Consejo de Expertos para la revolución energética.
La ley se encuentra todavía en discusión en el Congreso, por lo tanto, más cambios no están excluidos. En general, las medidas propuestas son extensas y cubren una amplia gama de instrumentos de regulación con el fin de avanzar en la transición energética mexicana. Sólo la definición de las energías limpias, que incluyen energía nuclear y cogeneración continúa siendo motivo de discusión por grupos ambientalistas así como por las asociaciones de energía renovable.
Es de señalar que la ley contiene sólo una descripción general de los instrumentos que ahora necesitan ser diseñados e implementados por las instituciones pertinentes. Por lo tanto, su contribución a la transición energética dependerá del nivel de los objetivos determinados y el diseño e implementación de los instrumentos.