Panelistas:
- Sol Ortiz, Directora General de Atención al Cambio Climático en el sector Agropecuario, Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, México.
- Deissy Martínez, Coordinadora Regional para América Latina del Programa de Investigación en Cambio Climático, Agricultura y Seguridad Alimentaria, Grupo Consultivo para la Investigación Agrícola Internacional (CGIAR), Colombia.
- Jelle Van Loon, Investigador del Centro de Investigación para el Mejoramiento del Maíz y el Trigo (CIMMYT), México.
- José Luis Samaniego Leyva, Director de la División de Desarrollo Sostenible y Asentamientos Humanos, Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
Mensajes claves del panel:
- Los temas abordados por los panelistas se centraron principalmente en 4 puntos:
- Coordinación interinstitucional
- Mejoramiento productivo
- Diálogo de saberes
- Valoración económica de la biodiversidad
- El cambio climático y la biodiversidad son dos aspectos íntimamente relacionados. La pérdida de la biodiversidad incrementa la vulnerabilidad de la humanidad al cambio climático, y la conservación de ésta aumenta su resiliencia. Por ejemplo, en el contexto agrícola, la capacidad de muchos productores de enfrentar sequías más prolongadas o la aparición de nuevas plagas depende de la diversidad genética de las variedades cultivadas en donde algunas tendrán características de mayor resistencia hacia uno u otro problema.
- México alberga el 10% de la diversidad del planeta. En bancos de germoplasma, resguarda semillas de 1300 especies de cultivos nativos.
- El diálogo de saberes entre académicos, productores y gobierno es fundamental para desarrollar prácticas agrícolas que resultan más efectivas ante la incertidumbre del cambio climático.
- Es urgente fortalecer la vinculación entre el conocimiento científico y los saberes locales.
- La biodiversidad es un tema cultural. En la medida en que los mercados reconozcan a la biodiversidad así como a la gente que la resguarda, ésta podrá ser aprovechada de manera sostenible.
- Es necesario usar el poder de compra del Estado para promover el consumo de variedades nativas.
- Las denominaciones de origen así como los etiquetados permiten agregar valor a los productos basados en variedades nativas y en producciones de pequeña escala.
- Las denominaciones de origen implican una lucha jurídica, mientras que los etiquetados representan un instrumento de información al consumidor más sencillo a aplicarse.
- Es impostergable dar valor a la biodiversidad e integrarla en la dieta de las poblaciones.
Fotografías: Euroclima+