Combatir al cambio climático desde las ciudades mexicanas ha sido un tema prioritario que GIZ ha apoyado desde 2017. Hoy, ese trabajo se materializa en el documento Lecciones aprendidas del proyecto Protección del Clima en la Política Urbana de México (CiClim) 2017-2020, que procesa las experiencias y comparte las soluciones creativas a otras ciudades, a la Federación y a otros actores.
Los casos de éxito presentados en este documento abordan el cambio climático desde la planeación urbana y movilidad sustentable, así como la integración y valoración de los servicios ecosistémicos en la planeación urbana. A continuación, se presentan algunos de los casos de éxito impulsados desde GIZ a través del proyecto CiClim.
Para que las generaciones futuras tengan acceso al agua y aire de mayor calidad y tener una vida digna, se logró integrar el valor económico y social de los servicios ecosistémicos en la planeación de las ciudades. Esto ha servido para que ciudades como León y Morelia fomenten y regulen la protección de las áreas naturales y su biodiversidad en las periferias dentro de sus instrumentos de planeación urbana.
En cuanto a priorizar acciones para la movilidad no motorizada, en Hermosillo, se implementó la estrategia Visión Cero en conjunto con los colectivos ciclistas y en estrecha coordinación con el municipio para incrementar la seguridad vial y fomentar la movilidad peatonal y ciclista que contribuye a la reducción de emisiones GEI.
El sector privado incorporó elementos de infraestructura verde en una de las sucursales de la cafetería CAFFENIO en Hermosillo, las cuales incluyen: muro verde, jardín infiltrante y un árbol al interior. Entre los principales beneficios se encuentran un ahorro del 57% de agua y un ahorro de 40% de energía. Este proyecto demostrativo se pudo llevar a cabo gracias a la coordinación entre el sector privado y el público, y se espera que sea replicado en otras sucursales.
Con este documento, se invita a las ciudades a conocer los casos de éxito, sus respectivos actores y lecciones aprendidas para estimular el potencial que ya existe para diseñar ciudades resilientes, inclusivas y saludables.