La vainilla (Vanilla planifolia) tiene su centro de origen en México, el cual fue el productor principal a nivel mundial hasta mediados del siglo XIX. Sin embargo, hoy en día la producción de vainilla y las poblaciones silvestres en México se encuentran en descenso. El proyecto Integración de la Biodiversidad en la Agricultura en México (IKI-IBA) fomenta la cadena de valor de la vainilla en la Huasteca Hidalguense para la producción sustentable y con un enfoque en valoración de servicios ecosistémicos. Esto permitirá a los actores de la cadena generar acuerdos para propiciar prácticas de producción sostenibles, brindarle valor agregado al producto, y con ello, generar mejores ingresos y calidad del producto a lo largo de la cadena.
Las actividades del proyecto iniciaron en febrero de 2019 con un taller basado en la metodología ValueLinks, desarrollada por la Cooperación Alemana al Desarrollo Sustentable (GIZ), con actores clave de la cadena de valor, en el cual, se mapeó la cadena y se generó un plan de acción y un comité de seguimiento para el fomento de la cadena.
En este contexto y como parte del seguimiento a las actividades del plan de trabajo, se organizó un taller en Huejutla, Hidalgo los días 20 y 21 de noviembre de 2019, donde se llevó a cabo un intercambio de experiencias de productores de vainilla de la Sierra Norte de Puebla y de la Huasteca Hidalguense.
Los productores compartieron, documentaron y validaron prácticas productivas amigables con la biodiversidad de productores de vainilla de la Sierra Norte de Puebla y de la Huasteca Hidalguense. Las prácticas se sistematizaron con ayuda de un facilitador gráfico, que permitirá difundir la información de manera visual y sencilla. A partir de estas buenas prácticas productivas se generará, en colaboración con la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO) un manual de buenas prácticas y materiales de capacitación para el cultivo de vainilla amigable con la biodiversidad.
Asimismo, se presentaron las iniciativas ejecutadas alrededor de la producción de vainilla sustentable en la región. Entre ellas destacó la participación de la empresa Mesoamericana Vainilla, que busca fomentar la producción de vainilla de alta calidad con prácticas sustentables, así como los resultados del estudio realizado por Fundación Bioma A.C. sobre el valor de los servicios ecosistémicos para la producción de vainilla, con enfoque en polinización. Finalmente se capacitó al grupo en fortalecimiento organizacional, lo cual brindó a los actores de la cadena, herramientas y asesoría para fortalecer la organización dentro de sus grupos. Los resultados de esta capacitación incluyen un mapeo de actores, recursos y vocación productiva de cada municipio involucrado en la cadena de valor, así como ejercicios para el fortalecimiento de la comunicación, cooperación y organización de los grupos. Por otro lado, se reestructuró el comité de seguimiento y se estableció un mecanismo de comunicación.
Para más información, contactar a Regina Sánchez-Sosa: regina.sanchez[at]giz.de