¿Qué hace falta para que las soluciones basadas en la naturaleza realmente funcionen en campo?

Esa es la pregunta que busca responder el nuevo documento “Principios y criterios AbE”, desarrollado en el marco del proyecto Planeación del uso de la tierra e innovación financiera para incrementar la resiliencia de México al cambio climático (SAbERES).

Más allá de listar acciones, esta guía propone una ruta clara para seleccionar e implementar medidas de Adaptación basada en Ecosistemas (AbE) que realmente funcionen para quienes habitan y producen en los territorios. Personas técnicas y comunidades productoras podrán identificar respuestas adaptativas más coherentes, alineadas con las particularidades de los ecosistemas, los sistemas productivos y las personas responsables de su implementación.

Lo innovador del enfoque radica en trabajar desde principios definidos en tres dimensiones —ambiental, social y económica—, permitiendo orientar acciones con mayor alcance territorial y sostenibilidad en el tiempo. En lugar de soluciones genéricas, SAbERES apuesta por una adaptación contextualizada, con criterios que pueden escalarse y replicarse más allá de la duración del proyecto.

 

Principios y criterios AbE para seleccionar y priorizar medidas para el proyecto SAbERES. Créditos: SAbERES.

 

La herramienta se enmarca en el objetivo de SAbERES de fortalecer la resiliencia de comunidades rurales en nueve estados del país, mediante la planeación territorial, la implementación de medidas AbE y el acceso a mecanismos financieros. Actualmente, el proyecto colabora con 47 organizaciones en 82 municipios.

Entre los contenidos del documento se incluyen:

  • Las particularidades de la AbE en el marco del proyecto SAbERES
  • La pertinencia del uso de principios y criterios para guiar la acción climática
  • Principios y criterios para la implementación de medidas AbE
  • Orientaciones para su aplicación práctica en campo

 

Las acciones de SAbERES se desarrollan en distintos modelos productivos. Créditos: SAbERES – José Avendaño. 

De esta manera, el enfoque del proyecto –que es financiado por la Iniciativa Internacional del Clima (IKI)– representa un paso clave para fortalecer capacidades locales y mejorar el funcionamiento de los sistemas productivos, promoviendo la restauración funcional del paisaje como base para una verdadera adaptación climática.

Puedes descargar el documento aquí.

El documento brinda herramientas prácticas y aplicables en terreno. Créditos: SAbERES.