Para la transición a un desarrollo rural bajo en emisiones (DRBE) se requieren cambios en el sistema de incentivos, entendidos como diversos mecanismos para generar productividad en materia de actividades agropecuarias, particularmente en aquellos que promueven sistemas de producción que impulsan la deforestación o generan grandes cantidades de emisiones como el sector agropecuario.
El crédito a la producción, la reducción de algunos impuestos a cadenas de valor con menor huella climática y el pago por servicios ambientales, son solo algunos ejemplos de incentivos utilizados en el ámbito del desarrollo rural.
En este caso, el estado de Chiapas, es un ejemplo de la importancia de integrar una política transversal de incentivos, ya que las emisiones del estado provienen en un 76% del cambio de uso de suelo, la tala de bosques, la agricultura y la ganadería.
Actualmente Pronatura Sur, se encuentra trabajando en un documento como base para explorar la construcción de un mecanismo de incentivos para el Desarrollo Rural Bajo en Emisiones en Chiapas, el cual, ha sido uno de los estados más favorecidos por el financiamiento federal para el desarrollo rural, pero al mismo tiempo, no se refleja una mejora en las condiciones de vida de los productores quienes siguen viviendo en situaciones de pobreza extrema.
El documento propone, financiar un sistema jurisdiccional de incentivos a nivel estatal, e impulsado mediante una colaboración estratégica entre actores locales, con el objetivo de, contribuir al debate de un cambio de alto impacto y transformacional requerido para erradicar la pobreza, mitigar el cambio climático y lograr los objetivos de desarrollo sostenible.